Aeroespacial

CONAE cumple 30 años afianzando la tecnología espacial argentina

viernes, 28 de mayo de 2021 · 19:05

La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE), en el ámbito del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, celebra su 30 aniversario con importantes logros. Creada el 28 de mayo de 1991 con el objetivo de llevar adelante el Plan Espacial Nacional, desde entonces se recorrió un fructífero camino para desarrollar en el país la tecnología necesaria para llevar a la Argentina al espacio.

Entre sus realizaciones se cuenta la serie SAC de cuatro satélites argentinos de aplicaciones científicas (SAC-A, SAC-B, SAC-C y SAC-D/Aquarius) y la Constelación SAOCOM recientemente completada, compuesta por los satélites de observación de la Tierra SAOCOM 1A y 1B, cuyo radar SAR en banda L, fabricado en el país, es único en el mundo. También se destacan las pruebas realizadas para desarrollar el lanzador argentino Tronador II/III y proyectos como la Misión SABIA-Mar y la serie SARE de arquitectura segmentada. Todo apoyado con una infraestructura de Centros y Estaciones para dar el soporte de operaciones y servicios a misiones propias y de otros países.

Soberanía y desarrollo tecnológico

El ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, Roberto Salvarezza afirmó: “Celebro el 30 aniversario de la Comisión Nacional de Actividades Espaciales, organismo central en el desarrollo espacial de la Argentina. Hoy, gracias a la decisión política de Alberto Fernández y de Cristina Fernández de Kirchner, hemos recuperado el propósito de que la ciencia sea una de las herramientas para la construcción de la Argentina del futuro. En este contexto, el desarrollo satelital y el acceso al espacio constituyen no sólo elementos de soberanía para nuestro país sino también el impulso necesario para el desarrollo de una industria de alta tecnología que debemos seguir consolidando”. Además agregó: “A través de la CONAE seguiremos trabajando para que toda la información que hoy brindan nuestros satélites pueda ser aprovechada en forma integral por el sector productivo y en la prevención de riesgos. Finalmente, continuaremos impulsando la cooperación internacional como un factor esencial en el desarrollo espacial de nuestro país".

Al repasar los 30 años de trabajo de la CONAE, su Director Ejecutivo y Técnico, Ing. Raúl Kulichevsky sostuvo: “Del primer Plan Espacial a la actualidad conservamos postulados muy importantes. Por un lado, seguimos con el objetivo de trabajar en misiones que están enfocadas en las necesidades de nuestro país, a partir de la interacción de CONAE con instituciones locales que utilizan información satelital. Por otra parte, buscamos que el Plan Espacial sea una herramienta para el desarrollo tecnológico de la Argentina. A partir de esta visión acompañamos el desarrollo de nuevas áreas de negocios o la creación de empresas”.

Conrado Varotto, quien fue Director Técnico y Ejecutivo de la CONAE de 1994 a 2018, recordó los primeros años de trabajo cuando se definió un ambicioso programa de desarrollo de satélites de observación de la Tierra y la infraestructura asociada para su aprovechamiento. “Dados los recursos que teníamos disponibles y los que esperábamos obtener a futuro, lo lógico era que para el Plan Espacial, la CONAE decidiera ir arriba para mirar hacia abajo y así producir información de claro impacto socioeconómico para el país, sin renunciar a la posibilidad de acceder al espacio por medios propios”.

Satélites hechos en Argentina, con empresas y organismos nacionales

El desarrollo de las misiones satelitales de la CONAE se inició con el satélite SAC-B de la serie de Satélites de Aplicaciones Científicas, lanzado el 4 de noviembre de 1996 desde la base de la NASA en las Islas Wallops, Estados Unidos. Fue el primer satélite diseñado y construido en la Argentina con empresas y organismos nacionales, dedicado a observaciones astronómicas y astrofísicas, en asociación con la agencia espacial estadounidense y participación de las agencias espaciales de Italia y Brasil. Durante los siguientes años la serie SAC continuó ya orientada específicamente a la observación de la Tierra, con el desarrollo y lanzamiento de los satélites SAC-A (1998) de prueba tecnológica, el SAC-C (2000), la primera misión operativa desarrollada por la CONAE, con cámaras ópticas para el monitoreo del territorio nacional, que produjo durante casi 13 años datos y productos para el agro, la actividad forestal, emergencias, etc. Luego siguió el SAC-D/Aquarius (2011), misión desarrollada en asociación con la NASA, que permitió estimar por primera vez en forma global la salinidad superficial del océano y su influencia en el clima y el medioambiente mediante el instrumento Aquarius.

Otro capítulo destacado en la historia satelital de la CONAE se escribió en agosto de 2020, cuando la Argentina completó su misión espacial más ambiciosa realizada hasta el momento, con la puesta en órbita del satélite de observación de la Tierra SAOCOM 1B, que completa la Constelación SAOCOM junto a su hermano gemelo, el SAOCOM 1A, lanzado en octubre de 2018. Estos satélites llevan un Radar de Apertura Sintética (SAR) en banda L, único en el mundo, compuesto por siete paneles con una superficie total de 35m2 y un peso de 1,5 toneladas. Generan información útil para prevenir, monitorear, mitigar y evaluar catástrofes naturales o antrópicas y datos sobre humedad de suelo, con beneficios para la actividad productiva nacional, entre otros sectores.

Ambos satélites fueron desarrollados y fabricados por la CONAE junto con la empresa INVAP, contratista principal del proyecto, la firma VENG, la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA) y el Grupo de Ensayos Mecánicos Aplicados (GEMA) de la UNLP, entre otras 80 empresas de tecnología e instituciones del sistema científico tecnológico del país. Además integran el Sistema Ítalo-Argentino de Satélites para la Gestión de Emergencias (SIASGE), a partir de un acuerdo con la Agencia Espacial Italiana (ASI).

Según Raúl Kulichevsky, “los satélites SAOCOM son el resultado de un camino de aprendizaje, representan la evolución y maduración tanto de la CONAE como de las empresas que han trabajado con nosotros. Con esta Misión demostramos que cuando existe continuidad de políticas de estado, objetivos de mediano plazo y una apuesta a la formación de recursos humanos, podemos llegar a desarrollar tecnologías de avanzada, únicas en el mundo”.

Josefina Pérès, quien fue Jefa del proyecto SAOCOM de la CONAE, destacó que “con el devenir del desarrollo tecnológico de un gran proyecto nacional, como el SAOCOM, logramos generar mucho más que un una misión satelital operativa, cuyos productos son de gran impacto para la sociedad. También logramos el desarrollo de la infraestructura terrestre asociada, para futuras misiones, y el equipamiento de laboratorios nacionales con instrumental de vanguardia a disposición del sistema científico tecnológico nacional”.

Centros, estaciones y recursos humanos para alcanzar el desafío de llegar al espacio con medios propios

Dentro de los objetivos de la CONAE también se encuentran los relativos al área de Acceso al Espacio, mediante el desarrollo de la tecnología necesaria para poner en órbita satélites propios, diseñados y fabricados en la Argentina, y dar servicios de lanzamiento a terceros. A partir de esta línea de trabajo se realizaron pruebas con vehículos como el Tronador I (2007), Tronador IB (2008) y el Tronador 4000 (2011). Además, para avanzar en el desarrollo del proyecto Tronador II/III, entre 2014 y 2017 se llevaron a cabo ensayos con los Vehículos Experimentales VEx 1A, 1B y 5 (2017), que poseen una altura de 14,5 metros, equivalente a un edificio de cinco pisos, y un peso de 2,8 toneladas.

Para llevar adelante los proyectos y misiones del Plan Espacial Nacional la CONAE cuenta con instalaciones del Centro Espacial Teófilo Tabanera (CETT), en Falda del Cañete, provincia de Córdoba, donde se ubica la Estación Terrena Córdoba (ETC), el Laboratorio de Integración y Ensayos (LIE), dedicado al ensayo de componentes e instrumentos de uso espacial; y el Laboratorio de Espacialización y Aseguramiento, para uso de componentes que no fueron concebidos para el uso espacial. Allí también se encuentra el Centro de Control de Misión SAOCOM, donde se comandan los satélites radar argentinos; y el Área de Acceso al Espacio para el proyecto de lanzador satelital argentino. Además, la CONAE cuenta con el Centro Espacial Punta Indio, provincia de Buenos Aires; el Centro Espacial Manuel Belgrano, situado en la Base Naval de Puerto Belgrano, Bahía Blanca; la Estación Terrena Tierra del Fuego (ETTdF) en Ushuaia, y una futura antena en la base Belgrano II en la Antártida Argentina.

La educación y la formación de profesionales son fundamentales para el desarrollo de los proyectos y misiones propuestos en el Plan Espacial Nacional. El Instituto de Altos Estudios Espaciales Mario Gulich, de la CONAE y la Universidad Nacional de Córdoba, ofrece la Maestría en Aplicaciones Espaciales, que ya cuenta con más de 70 egresados, y el primer doctorado del país y la región en Geomática y Sistemas Espaciales. Estas opciones se suman a tres maestrías de la Unidad de Formación Superior de la CONAE, y el Instituto Colomb, orientado a la investigación en el área de la radioastronomía. Además se destaca el Programa Educativo 2Mp, creado con el objetivo de alcanzar a dos millones de pibes y pibas, de allí la sigla 2Mp, para incorporar el uso de la tecnología satelital en el sistema educativo nacional.

“Hoy contamos con un piso a partir del cual podemos encarar los desarrollos futuros con profesionales, infraestructura y experiencia”, afirmó Kulichevsky, y detalló: “Desde el punto de vista satelital, continuamos con el proyecto SABIA-Mar, que está en la etapa de ingeniería de detalle, y que prevemos lanzar en 2023. Además iniciaremos los análisis conceptuales para la nueva generación de SAOCOM. Otra línea de trabajo es la Arquitectura Segmentada y la serie SARE, con el desarrollo de una constelación de pequeños satélites, capaces de compartir recursos y combinar información de sus instrumentos”. Los proyectos de Acceso al Espacio también tienen un lugar preponderante. “Vamos a seguir trabajando en el desarrollo de vehículos experimentales, los cuales nos permitirán afianzar muchas tecnologías necesarias para los proyectos Tronador II/III”, concluyó.-

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