La reunión con el Club de París queda a la espera
Mundo. Las negociaciones para cerrar un acuerdo de reestructuración de la deuda por US$ 2.400 millones que el país mantiene con el Club de París, se mantenía a la espera de la designación del nuevo titular del Palacio de Hacienda, tras la renuncia presentada al cargo por el ministro de Economía, Martin Guzmán, quien tenía previsto viajar a Francia este lunes. Con la designación de Silvina Batakis anoche, habrá que esperar para saber cómo se reformula la agenda prevista por el Palacio de Hacienda.
La reunión formal con los representantes del Club de Paris estaba prevista para el miércoles 6 de julio.
Durante el primer año de gestión con la presidencia de Alberto Fernández, el funcionario saliente tuvo a su cargo la reestructuración de la deuda con los bonistas privados que culminó con un canje histórico del 99,75%, y posteriormente logró una renegociación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional por US$ 44.000 millones.
Guzmán tenía previsto viajar a París con la aprobación de la primera revisión de ese programa logrado con el FMI y la modificación de las metas para el segundo trimestre - sin tocar las metas anuales- a raíz del impacto de la guerra en Ucrania.
El acuerdo con el Fondo y su cumplimiento es clave para el Club de Paris, que ya había dado señales en marzo último de cooperación con el país.
El acuerdo de Guzmán con el Club de París
Días antes de que se aprobara el acuerdo con el Fondo, Guzmán y el presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, habían acordado una nueva extensión del entendimiento alcanzado en junio del 2021, que otorgaba plazo para encarar una nueva reestructuración, a cambio de pagos parciales de intereses, y que posponía la negociación hasta finales de junio.
Este pacto, asimismo, incluía garantías financieras por parte del Club de París en respaldo al programa de Facilidades Extendidas que tiene una duración de treinta meses, permitiéndole a la Argentina asegurar las fuentes financieras identificadas en el acuerdo con el FMI.
Esas garantías financieras establecen que, durante la vigencia del programa, Argentina realizará pagos parciales a los miembros de Club de manera proporcional a los que efectúe a otros acreedores bilaterales, de acuerdo con los términos establecidos en el entendimiento de junio de 2021.
La negociaciones de la Argentina con el Club de París adquieren singular importancia en el actual contexto internacional, particularmente por la aceleración de las eventuales inversiones extranjeras directas en el área energética, deslizaron fuentes cercanas a las negociaciones.
El Gobierno había llegado a un acuerdo a fin del mes pasado con el Club de París para diferir los pagos de deuda hasta el 30 de septiembre de 2024, mientras se avanza en un entendimiento que contemple un nuevo mecanismo de repago de los compromisos.
De todas formas, el objetivo del Gobierno es alcanzar una renegociación en el que se incluyan nuevas condiciones de tasas de interés, plazos e incorporación de los US$ 430 millones ya abonados en dos pagos en febrero de 2022 y julio de 2021.
El presidente Alberto Fernández, durante su reciente gira en Alemania, se reunió con los líderes del G7, muchos de los cuales tienen un peso directo en las negociaciones con el Club de París.
Hasta este domingo, el Gobierno esta trabajando en negociaciones con cada uno de los países acreedores y con las autoridades del Club para llegar a un esquema de nuevo esquema de repago.
Según el cronograma heredado de las gestiones anteriores, la Argentina debía afrontar el 31 mayo de 2021 un pago cercano a los US$ 2.450 millones -correspondientes a 40 créditos otorgados por 14 países y en ocho monedas distintas- en los términos del Acuerdo firmado en 2014, el cual contemplaba un periodo de gracia de 60 días.
El acuerdo del 2022 permitió posponer los pagos de deuda hasta 2024 para no caer en default, y dar tiempo para pactar una nuevo esquema de pago de intereses y renegociación de tasas, como pretende el Gobierno.
El saldo de capital, los plazos e intereses se definirán en la negociación en la que Argentina ahora avanza de forma paralela con las autoridades del Club y los 16 países integrantes, que quedará fijada en los términos de un nuevo acuerdo, que ya no tendrá como base el entendimiento de 2014.