Daniel Scioli seguiría como embajador argentino en Brasil
Brasil. El encuentro reservado en Brasilia que organizó el embajador Daniel Scioli entre Diana Mondino, la futura canciller de Javier Milei, y Mauro Vieira, el ministro de Relaciones Exteriores de Luiz Inacio Lula Da Silva, podría no ser la última que compartan todos los invitados. Es que al actual representante diplomático le pidieron que continúe en ese cargo más allá del 10 de diciembre. Él ya aceptó, pero para que se concrete restan cumplirse ciertos trámites y decisiones que no dependerán sólo de los involucrados.
Scioli, al ser un embajador político, regresará el 9 de diciembre a la Argentina, y el entonces presidente Milei deberá enviar a la Cámara de Senadores el pliego para que retome sus funciones y la mayoría de esos legisladores tendría que votarlo. En La Libertad Avanza continúan con las negociaciones políticas para establecer las autoridades del cuerpo, entre ellas la designación de la Presidencia Provisional, que está en la línea de sucesión detrás de la vicepresidente Victoria Villarruel.
El pedido de continuar en el cargo, según pudo saber Infobae, buscó reflotar la tarea que Scioli ya cumplió la primera vez que recaló en la espléndida Embajada ubicada en la Avenida de las Naciones de la capital brasileña. El actual presidente, Alberto Fernández, lo envió allí para que tratara de recomponer el vínculo roto con Jair Bolsonaro, que entonces era su homólogo y aliado permanente de Milei. El vínculo entre ellos fue tan malo que nunca se vieron a solas.
Más allá de que nunca hubo una reunión bilateral, el comercio tuvo un fuerte aumento y se normalizaron las relaciones bilaterales. De esa tarea que resultó exitosa, Scioli escribió un libro que presentó el mes pasado, en medio de la campaña, junto con funcionarios, dirigentes peronistas y el candidato presidencial de Unión por la Patria, Sergio Massa, con quien tuvo una relación que pasó por altibajos. En el libro “La nueva era de la diplomacia”, el embajador contó los detalles de su tarea diplomática, enfocada tanto en abrir mercados para las empresas argentinas como en desactivar los conflictos, que entonces eran entre Fernández, un presidente peronista, con Bolsonaro, un presidente de derecha dura.
Scioli continuó en el cargo más allá de que a principios de año, y tras la victoria del PT en las elecciones presidenciales, en Brasil asumió la Presidencia Lula Da Silva, a quien Alberto Fernández, Cristina Kirchner y el propio Massa apoyaron fervientemente y se comprometieron en la campaña. Tanto que, este año, él devolvió el gesto y envió a su equipo de campaña con el que le ganó a Bolsonaro para intentar vencer a Milei.
El futuro presidente argentino se quejó en reiteradas oportunidades de la campaña negativa de “los brasileños”. Y anticipó que no tendría trato con gobiernos “comunistas”. Nombró a Brasil y China. Y apenas obtenida la victoria, mantuvo una comunicación por videollamada con Bolsonaro, a quien invitó personalmente a que esté presente como invitado especial para la asunción, el 10 de diciembre.
Son todos antecedentes que exponen la distancia y un inicio traumático en la relación política personal entre Milei y Lula. Por eso, en La Libertad Avanza, y conscientes de los excelentes lazos con la política y el mundo empresario de Brasil que cultivó Scioli, es que le pidieron que continúe en ese cargo, al menos en el inicio del futuro gobierno.