Una comitiva argentina viaja a Washington para analizar las metas con el FMI

martes, 21 de febrero de 2023 · 00:15

País. El viceministro de Economía, Gabriel Rubinstein, y el jefe de asesores, Leonardo Madcur, viajarán en las próximas horas a Washington para una nueva negociación con el Fondo Monetario. La discusión girará en torno a tres ejes claves para el Gobierno: el próximo desembolso, la acumulación de reservas y la meta de déficit fiscal. También viajarán Lisandro Cleri, director del Banco Central,y Raúl Rigo, secretario de Hacienda.
 

El objetivo más inmediato, y también más accesible, será asegurar el desembolso de los USD 5.400 millones, indispensables para hacer frente al cumplimiento de los compromisos con el propio organismo. Esos fondos dependen de la aprobación por parte del organismo de las metas del último trimestre del año pasado, que Economía considera sobrecumplidas tanto en el frente fiscal el déficit de 2022 cerró en 2,4% del PBI vs. un objetivo de 2,5%- como en el de acumulación de reservas, que ascendieron a USD 8.500 millones a diciembre del año pasado.


Objetivos 2023


Sin embargo, bien formalmente la agenda indica que la discusión se basa en esa aprobación del FMI, lo cierto es que el nudo de las tratativas se enfocará en los objetivos de este año. Antes del viaje, el equipo económico mantuvo un encuentro durante el fin de semana en la casa del ministro Sergio Massa para pulir la argumentación ante el organismo. Esencialmente, tanto en el plano fiscal como monetario, los números previstos en el acuerdo para 2023 son más que desafiantes, en un contexto de una economía en plena desaceleración y con un calendario electoral por delante.
 

Para este año, la meta de déficit primario es del 1,9%, un objetivo complejo de alcanzar con un volumen de recursos que empieza a sufrir el impacto del enfriamiento económico. En enero, por caso, por primera vez en más de dos años, la recaudación fiscal creció por debajo de la inflación. Más exigente aún es la meta de acumulación de reservas, que implica que para fines del mes próximo, el Banco Central debería contar con unos USD 7.700 millones de reservas netas. Esa cifra luce difícil de alcanzar.


Para abordar ambas cuestiones y lograr, eventualmente, una flexibilización en las metas del primer semestre, el equipo económico recurrirá, como argumento central, al dramático golpe de la sequía en todas las cuentas públicas.

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