El papa Francisco posó con sindicalistas y una bandera de Aerolíneas Argentinas
Vaticano. El papa Francisco tuvo un fuerte gesto de apoyo a los reclamos sindicales en favor de Aerolíneas Argentinas: recibió en el Vaticano al titular de la Asociación Argentina de Aeronavegantes, Juan Pablo Brey, uno de los principales dirigentes del sector, y accedió a sacarse una foto junto con una bandera con el nombre de la empresa estatal que, hasta hoy, Javier Milei buscaba privatizar, pero finalmente quedaría fuera de la lista de compañías que la Ley Bases propopnía vender.
El encuentro, que se produjo esta mañana, tuvo lugar luego de que el Sumo Pontífice estuviera con Brey y una comitiva de 26 sindicalistas, empresarios y miembros de la Fundación Colsal, de la Universidad del Salvador, que hablaron en detalle sobre un proyecto para resolver el problema de la alimentación y sus consecuencias en los niños, que se instrumenta a través del Arzobispado de Buenos Aires en hogares de villas y comedores populares en la ciudad de Buenos Aires y en el Gran Buenos Aires.
Brey integró esa delegación con colegas como José Voytenco (UATRE), Cristian Jerónimo (empleados del vidrio), Guillermo Moser (Luz y Fuerza), Pablo Flores (AFIP) y Juan José Moreyra (ceramistas), entre otros; el presidente de la Fundación Colsal, Fernando Lucero Schmidt, y el titular de la Asociación de Concesionarios de Automotores de la Argentina (ACARA), Rubén Beato.
El líder de Aeronavegantes aprovechó la visita al Papa para plantearle no sólo su inquietud por la crisis socioeconómica en la Argentina, sino también para hablar de la situación de Aerolíneas Argentinas: manifestó en el encuentro una fuerte defensa de la función de la compañía y la importancia de su preservación. “Nos preocupa profundamente la intención de querer privatizar Aerolíneas Argentinas. Creemos que esta medida podría tener consecuencias negativas para el país, especialmente para las regiones más alejadas y menos desarrolladas”, afirma una carta que le entregó a Jorge Bergoglio.
El texto dice que Aerolíneas “no sólo representa un símbolo de orgullo nacional, sino que desempeña un papel crucial en la conectividad y desarrollo económico del país”, aunque sostiene que el problema con esa empresa “es uno de los muchos que enfrentan los argentinos” y que también “preocupan profundamente las intenciones de desmantelar otras áreas críticas del Estado, ya que, lejos de revertir la delicada situación de los ciudadanos, generará más personas descartadas de la sociedad”.
De todas formas, en la Argentina, al comenzar el debate en la Cámara de Senadores de la Ley Bases, el oficialismo anunció que estaba dispuesto a modificar el artículo 7 de la iniciativa para quitar de las empresas “sujetas a privatización” a Aerolíneas, el Correo Argentino y Radio y Televisión Argentina (RTA), que controla la TV Pública y Radio Nacional y sus 40 repetidoras en el país.
Sin saberlo aún, el Papa fijó su posición sobre la situación de Aerolíneas al aceptar posar con dirigentes que se oponen a su privatización y acompañado por pancartas de la empresa y del sindicato. Brey, que participó de la reunión con otros dirigentes de Aeronavegantes, Verónica Espósito y Horacio Calculli, le expresó a Bergoglio que la “función esencial” que desarrolla la empresa para que “no haya ciudadanos descartados solo por vivir en zonas alejadas o ayudar a integrar las economías regionales” que, de otro modo, quedarían desatendidas por un sistema de aerolíneas exclusivamente comercial. “Aerolíneas Argentinas garantiza que todas las regiones del país tengan acceso al transporte aéreo, lo que es vital para el desarrollo económico y social de áreas remotas y las economías regionales”, dijo.
También estuvo con el Papa el secretario de Relaciones Internacionales de la CGT, Gerardo Martínez, que le presentó un informe que elaboró con sindicatos petroleros vinculado con la transición energética y el cuidado del medio ambiente. “Queremos llevarle este estudio al Papa -dijo el líder de la UOCRA a Infobae- porque es un defensor del cuidado del planeta y la preocupación por el cambio climático. Tuvimos oportunidad de ir a la refinería más grande del mundo, en Rotterdam, para hablar de cuáles eran los capítulos de negociación que se imponían en la Unión Europea y cómo podían afectar las condiciones comerciales del potencial energético que tiene la Argentina”.