Duro cruce entre Grabois y Leila Gianni en la audiencia por la entrega de alimentos

martes, 4 de junio de 2024 · 13:38

Buenos Aires. El dirigente social Juan Grabois y la subsecretaria de Legal del Ministerio de Capital Humano, Leila Gianni, tuvieron esta mañana un feroz cruce de agresiones en una audiencia en la Cámara Federal de Comodoro Py por la causa de la entrega de alimentos. “Dejá de extorsionar gente, ladrón”, le dijo Gianni en el pasillo del segundo piso del edificio tras la audiencia. “Kuka ladrona”, le respondió Grabois que calificó de “chanchito” a otro abogado del Ministerio.

La pelea comenzó durante la audiencia ante los jueces de la Sala II de la Cámara Federal pero tuvo su momento más tenso cuando finalizó y Grabois y Gianni se cruzaron en el pasillo.

“Ahora te pones un león, antes te ponías un pingüino”, le dijo Grabois en referencia a una remera que tenía Gianni con un león y por su pasado como funcionaria del gobierno de Alberto Fernández. “Al pingüino se lo comió el león”, le contestó Gianni.

Luego Grabois preguntó “¿y el chanchito? ¿que te pasó a vos? te tiene que defender Leila”. Los dichos estaban dirigidos a Ariel Romano, abogado de Capital Humano que participó en la audiencia. “Das lástima”, le respondió Romano. Y luego tuvieron el siguiente cruce:

Grabois: chanchin

Romano: ¿vos sos flaquito?

Grabois: Vos sos un cerdo moral e intelectualmente no físicamente. Sos una mierda que le saca la comida a los pobres. Una mierda.

De fondo Gianni le gritó a Grabois “deja de robar chorro”. A lo que Grabois le contestó: “kirchnerisrta, massista y mileista. No tenes credibilidad y además como abogada sos berreta”. Tras el cruce cada uno con sus abogados y quienes los acompañaron a la audiencia se fueron por distintas puertas del edificio.

Lo cierto es que, a las 11 de la mañana, los pasillos del segundo piso del edificio parecían la calle Florida antes de la pandemia. En ese contexto, Grabois -vestido con una campera xxl y una bolsa de plástico en la mano- bajó por el ascensor junto a un séquito de personas, que incluían colaboradores con cámaras. Minutos después, Gianni -vestida con pollera y remera negra, esta vez sin la gorrita de las fuerzas del cielo que lució en el video- cruzó dramáticamente a los periodistas que la retrataban.

Los jueces ya había entrado a la sala. La secretaria Laura Landro intentó ordenar el abultado ingreso. Primero pasó Gianni y sus numerosos colaboradores. Luego, Grabois y su gente. Y después los periodistas que se ubicaron donde pudieron.

Primero fue el turno de Gianni sentada frente a los jueces. Pero fue ella la que se ligó la primera advertencia de Irurzun, presidente del tribunal, cuando comenzó con un alegato político y el magistrado le pidió que se limitara al objeto de la audiencia.

-”Señores jueces gracias esta oportunidad que nos han dada de poder expresar verbalmente el cambio de política alimentaria que está llevando adelante esta gestión. Dejamos atrás años y años de asistencialismo en donde no solo no solucionaron el problema de la pobreza sino que lo acrecentaron aun mas y generaron un clientelismo político enorme”, dijo la funcionaria.

-”Perdón que la interrumpa -le dijo educadamente Irurzun-. Le puedo pedir nuevamente que se circunscriba al motivo de la audiencia.

“Necesito hacer una introducción, pero está bien”, respondió. Grabois miraba atentamente. La funcionaria avanzó en esta oportunidad contra el juez Sebastián Casanello y la fiscal Paloma Ochoa. A los dos ya los había acusado el lunes de ser funcionarios militantes. Lo mismo repitió ante los integrantes de la Cámara Federal. “No vamos a permitir que ningún juez de la Nación y menos aún con competencia penal nos diga nosotros cómo administrar una política pública”, disparó. Le endilgó violar la división de poderes.

En su presentación, la funcionaria de Pettovello afirmó que los alimentos que estaban en los depósitos fueron adquiridos mayormente por la gestión anterior y tendió sobre acusaciones de corrupción. “Ni bien la ministro Pettovello tomó conocimiento de que había alimentos próximos a vencer, ordenó a que se gestionara la pronta entrega”, subrayó. Y resaltó que desde hoy, a través de la fundación Conin, se estaban distribuyendo esos productos con fecha de caducidad. “El resto de alimentos se utilizará para catastrofes y situaciones de emergencias”, reveló.

Momento seguido, tomó la palabra el abogado Romano que la acompañaba para resaltar que se buscó armar una causa penal cuando ya había otra en el fuero contencioso administrativo. Leila GIanni lo interrumpió: “Acá no hay ningún delito. Tenemos fiscales militantes que son afines a las organizaciones sociales que tengo sentados acá atrás”, agitó.

En el estrecho margen de movimiento que ofrecia la sala de audiencias, Gianni salió de la silla frente a los jueces y se ubicó en un sillón verde apoltronado. Y Grabois se sentó ante los jueces, a los que había criticado horas antes en declaraciones radiales. “Espero que Dios los ilumine. Que acá hay delito lo reconoció el propio Ministerio”, arrancó con voz fuerte.

Allí comenzaría la tensión. Irurzun volvió a pedir que se circunscriba a la apelación. Grabois respondió que iba a tratar porque los abogados de Capital Humano no lo habían hecho.

“Están patoteando permanente al Poder Judicial y el incumplimiento que hicieron es evidente porque lo reconocieron y porque echaron a un funcionario”, dijo Grabois en referencia a la salida de Pablo De la Torre de la Secretaría de la Niñez.

“Se está excediendo”, dijo en voz alta Gianni, sentada en un sillón verde a menos de dos metros de Grabois. “Calladitos”, le respondió el dirigente social a ella y a Romano.

“No me faltes el respeto o la seguimos afuera, ¿o no te da la nafta?”, le dijo Gianni.

Grabois continuó pero Gianni y Romano objetaban que se excedían en el tiempo o que no hablaban de la causa. Grabois le preguntó a los jueces “¿van a permitir que interrumpan?”. “Usted no puede preguntarle a un juez”, le contestó el juez Farah.

Pero la tensión continuó sobre el final. “Es un pobre tipo, un payasito”, le dijo Romano a Grabois mientras el dirigente social le hacía una señal con el dedo de que se callara.

Luego rápidamente el juez Irurzun dio por finalizada la audiencia.

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