El día después de una elección clave en el futuro de Carlos Paz

lunes, 1 de julio de 2019 · 14:36

Carlos Paz. La coalición Carlos Paz Unido se mantiene invicta desde que fue creada en el 2011 cuando el entonces concejal Esteban Avilés decidió alejarse de la UCR y enfrentarse al esquema de gobierno del entonces intendente Carlos Felpeto. Debutó con un amplio triunfo sobre el radicalismo que postuló a un delfín del felpetismo como lo fue Carlos Calvo. En aquella ocasión, la diferencia fue del 20% de los votos. 

Avilés había saltado a la fama cuando denunció una serie de desmanejos y gastos superfluos en el gobierno de Felpeto. El más escandaloso fue la compra de «pétalos de rosas» por parte de una funcionaria. A partir de ahí, Avilés comenzó a construir su proyecto de una gestión comunitaria y participativa que se consolidó como una alternativa de poder.

Los números en la elección de 2011 fueron: Carlos Calvo (UCR) 19,3% de los votos; Víctor Curvino (Desarrollo y Transparencia), 11,8% de los votos; Christian Metrebián (Unión por Córdoba) 8,8%; Rodrigo Serna (Frente por Carlos Paz), 7,9%; Alejandro Eguiguren (Frente para la Victoria), 7,7% y Raúl Bonadeo (Participación y Cambio), 1,7%. Los grandes derrotados fueron Carlos Felpeto, candidato a legislador radical en las elecciones del 7 de agosto, y el ministro Carlos Caserio, referente del PJ en Punilla.

En el 2015, Avilés se dio el gusto de vencer personalmente a Carlos Felpeto con una diferencia histórica: obtuvo el 63.05% de los votos (23.628 votos de 37.475 electores habilitados para votar). Los integrantes del Tribunal de Cuentas, por su parte, sumaron 22.360 (1268 votos menos que Avilés). La diferencia desfavorable para los candidatos a tribunos Daniel Gómez, Raquel Merlino y Darío Zeino se podría leer como una falta de respaldo de los sectores que agrupa el avilecismo y que no tuvo representatividad en ese cuerpo. No obstante, ingresó el máximo de miembros que permite la Carta Orgánica a la mayoría (dos) y el radical Daniel Viale por la minoría.

Detrás de Carlos Paz Unido, se ubicó la alianza UCR+PRO que sumó 6.454 votos para Carlos Felpeto. Aquí los tribunos también obtuvieron menos votos y  se puede estimar que el núcleo duro del felpetismo, allegados al actual tribuno Carlos Ferreyra, mostró su disconformismo porque Ferreyra quedó afuera pese a ser un consecuente histórico del radicalismo. Los tribunos sumaron  6.392, es decir, 62 radicales no votaron a sus tribunos.

Un escalón más atrás quedó el frente conformado por Unión por Córdoba y Desarrollo y Transparencia, con Víctor Curvino como candidato. La cosecha magra del justicialismo tocó piso en la historia electoral carlospacense y dejó una dura enseñanza para los aliancistas, «el amontonar no suma», aunque haya argumentos dentro del PJ que defienden esta mala estrategia. Según trascendió a la hora de conformar la alianza, el justicialista que más medía era Adrián Lizarriturri con 1.6%. Este reduccionismo a una foto-encuesta no tuvo en cuenta el comportamiento social, la historia de la ciudad, ni tampoco lo que estaba sucediendo. Así Curvino sumó 2.935 votos y para tribunos, 3.070 votos. En definitiva, Unión por el Desarrollo logró 7.83% y los dos partidos aliados se vieron afectados. En el caso particular de esta alianza, la gente percibió una connotación extrapartidaria y no visualizó objetivos claros a la hora de proponer una alternativa para gobernar la ciudad. En cambio, tras la elección de ayer, más que el PJ, es Víctor Curvino quien deberá reconstruirse si quiere seguir intentando erigirse como una alternativa.

Pese la estrategia marketinera desplegada en las redes sociales y el discurso pos-elección, lo cierto es que este domingo, el núcleo duro del Partido Justicialista de Carlos Paz que no jugó con el avilecismo, volvió a sufrir un duro golpe en las urnas. Mariana Caserio (hija del titular del bloque de senadores del justicialismo a nivel nacional y legisladora electa de Hacemos por Córdoba) registró uno de los peores porcentajes en la historia del peronismo carlospacense.

Caserio sacó un 16,2% que si bien duplica la cosecha de Curvino en 2015 y de Metrebián en 2011, dista del 19% que logró Adrián Lizarriturri en 2007, el 28,6% que sacó Alcides Raies en 1991 y el 25% obtenido por Héctor Ratti en 1983.
 

¿Qué pasó con los demás candidatos?

En los comicios de ayer, hay dos candidatos que se presentaron por tercera vez: Rodrigo Serna y Víctor Curvino. Ambos, pese al trabajo que realizaron políticamente, nunca pudieron consolidar un espacio y cada vez que lograron una o dos bancas en el Concejo de Representantes, por falta de decisión política o por otros motivos, se desvanecieron como proyectos.

Emilio Iosa, Matías Mowszet y Fernanda Ames debutaron en las contiendas electorales y sólo el tiempo dirá si trabajarán en consolidar proyectos políticos.

Por lo pronto, Iosa tuvo un acierto en la temática ambiental que usó como «caballito de batalla» y de ahora en más, se verá si los esfuerzos hechos se transforman en nacimientos de nuevas alternativas o si, como muchas otras quijotadas, terminan en eso.

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