A 19 años de las protestas que terminaron con el Gobierno de De la Rúa

sábado, 19 de diciembre de 2020 · 19:53

País.- El Gobierno de Fernando De la Rúa atravesaba en diciembre de 2001 una crisis institucional, política, económica y social que para muchos historiadores fue la mayor de la Argentina.

En los últimos meses del 2001, durante la presidencia de Fernando de la Rúa, el nivel alcanzado por el “riesgo país” descartó cualquier posibilidad al acceso al crédito internacional.

Se corporizó así el fantasma del “Default”. Unos sacaron sus dólares del país; otros retiraron sus depósitos de los bancos. La corrida amenazó destruir todo el sistema bancario. El Ministro de Economía, Domingo Cavallo, para frenar la fuga de depósitos y presionado por los bancos, tomó una medida excepcional: El corralito. El 1 de Diciembre redujo a una pequeña suma la extracción de efectivo de los bancos (sólo se podían sacar 250 pesos por semana). A continuación, el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) suspendieron el aporte de dinero a la Argentina. Pero, el Presidente de la Nación sostuvo al Ministro Cavallo.

Ante la falta de ayuda del FMI, se anunciaron nuevos recortes presupuestarios. Esto relanzó la protesta social. El 13 de Diciembre las tres centrales obreras organizaron un paro nacional, que tuvo una adhesión casi unánime. En paralelo, las organizaciones piqueteras reunieron a su gente alrededor de los grandes supermercados y negociaron con los gerentes (y con algún funcionario público) la entrega de bolsones de alimento. Pero la acción se extendió por todo el país, y esa semana fueron saqueados unos trecientos negocios.

La represión fue inconexa, pero hubo muertos y cientos de heridos. El 18 de Diciembre, comenzaron los saqueos en el Gran Buenos Aires y en otros grandes conurbanos. En los barrios populares fueron asaltados numerosos supermercados pequeños, aprovechando la sospechosa pasividad de las fuerzas policiales bonaerenses que se limitaron a proteger los locales de las grandes cadenas.

En la noche del 19 de diciembre el presidente De la Rúa habló por televisión en cadena nacional para decretar el estado de sitio en todo el territorio nacional. Lejos de calmar los ánimos, los agitó. No bien salió al aire la cadena nacional, millones de personas en todo el país empezaron a hacer sonar cacerolas desde sus casas y muchas salieron a las calles. Decenas de miles se concentraron frente a la Casa Rosada exigiendo la renuncia del presidente De la Rúa y comenzando a corear una consigna que caracterizaría al movimiento: "¡Qué se vayan todos!". 

 

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