La Cumbre: a un año de la licencia de Ovelar todo sigue de mal en peor

domingo, 17 de enero de 2021 · 12:55

La Cumbre.- Este sábado se cumplió un año de la sorpresiva licencia, que pidió el intendente electo Rubén Ovelar, para asumir como titular del PAMI Córdoba. Dos días antes EL DIARIO había publicado de manera exclusiva esta decisión que en primera instancia fue desmentida y que posteriormente quedó plasmada en los papeles. 

El alejamiento de Rubén Ovelar, llegó en un momento álgido para su gobierno ya que semanas atrás, había sido echado de una multitudinaria manifestación, donde se reclamaba por el asesinato de un joven cumbreño. A punto de renunciar y a tan solo 15 días de haber asumido su segundo mandato, los patriarcas del peronismo de Punilla lograron instalarlo en el PAMI Córdoba, para de esta manera "enfriar" el clamor popular. 

La posta de ese paupérrimo gobierno, cayó en manos de Pablo Alicio, quién tiene buenos motivos para sentirse que es el recambio generacional de un peronismo decadente, influenciado por los dirigentes Carlos "Charly" Engel, Ernesto El Ganame y el propio Rubén Ovelar. 

Los tres gobernaron la ciudad durante los últimos 25 años y ninguno de ellos fue capaz de solucionar temas sensibles para la ciudad como la provisión de agua potable o profundizar recambios necesarios como la pavimentación de calles y el mejoramiento de los servicios esenciales. El hospital sigue siendo aquel histórico hospital carente de infraestructura y tecnología que acuda ante una emergencia.

Los tres popes peronistas lo maquillaron en cada una de sus gestiones y luego cortaron cintas, para que todo siguiera de mal en peor.  

Cambio para que nada cambie

A casi un año que Pablo Alicio asumiera de manera interina la intendencia, los habitantes de La Cumbre han logrado aunar un discurso en común: a Alicio, nadie lo votó para intendente y su mandato si bien es legal, democraticamente es ilegítimo. 

El joven Pablo Alicio, como cada uno de los intendentes de Punilla, se vio sorprendido por el tremendo efecto de la pandemia. La paralización mundial de la economía tuvo sus efectos devastadores en la municipalidad y la imposibilidad de moverse de la cuadrícula de la austeridad.

Sin embargo, nada justificó su inacción en temas sensibles: el agua potable sigue siendo escasa y de la peor calidad, la atención del hospital una de las peores de Punilla y el arreglo de las calles, la reparación del alumbrado público multiplica la deuda histórica que va dejando en el camino el justicialismo de La Cumbre. 

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