Carlos Paz: Quiénes son los grandes perdedores de la elección

El contundente triunfo obtenido por Esteban Avilés en las elecciones municipales de Villa Carlos Paz lo convirtieron en el candidato más votado en la historia de la ciudad. En los comicios del pasado domingo 25 de junio, los vecinos carlospacenses volvieron a elegirlo para conducir los destinos del Palacio «16 de Julio» y rechazaron categóricamente la estrategia de polémicos empresarios y comerciantes que buscaban volver al poder con la candidatura de Emilio Iosa.

Los desarrollistas que depredaron los recursos naturales y levantaron imponentes torres de apartamentos sin respetar el Código de Edificación, los gastronómicos que arrojaban sus residuos al lago San Roque, los comerciantes que empleaban trabajadores «en negro» y luego los escondían, el felpetismo con sus aliados del kirchnerismo local y hasta la Coopi (que volcó millones de litros de líquidos cloacales al embalse más famoso de las sierras cordobesas), se habían agrupado detrás de la figura del sanitarista Iosa, que sostuvo su campaña con un discurso ambientalista arropado por los sectores más rancios de la economía local.

Hubo importantes aportes de fondos para pagar la campaña y hasta videos, como el que grabó y difundió en plena veda electoral, el cuestionado empresario «Tony» Delich, donde llamaba a votar en contra de Avilés y respaldar a Iosa.

Algunos integrantes de la Cámara de Turismo y la Asociación Hotelera y Gastronómica trabajaron directamente para su candidatura, como los grupos inmobiliarios y otros, que intentaban tomarse «revancha» de las regulaciones impuestas por la gestión comunitaria para que no pudiesen hacer emprendimientos contrarios a la sustentabilidad de Carlos Paz.

Fueron los grandes derrotados de la contienda electoral, donde dos modelos de ciudad estuvieron en puja. Los carlospacenses revalidaron con su voto la honestidad, la transparencia y la perspectiva del crecimiento ordenado y respetuoso de las leyes, pilares de la gestión implementada por Carlos Paz Unido desde el 2011. En medio de unos comicios donde faltó tiempo para implementar correctamente el voto electrónico, hubo una participación del 60% del padrón y una amplia diferencia a favor de Avilés.

El castigo para Iosa, que se autoproclamaba la nueva política y abrazó las peores mañas, fue consecuencia de haberse rodeado de los sectores rechazados por la ciudadanía y perder el rumbo. En medio de ese entramado viciado, él perdió más que los votos, y en un rapto de desesperación, terminó por copiar lo más triste de la política: la agresión, el desprecio por las normas, las fake news y la subordinación de la política al poder económico.

Con su derrota, se hundieron las pretensiones de quienes pusieron en riesgo el crecimiento y desarrollo de la ciudad. Carlos Paz votó contra los negociados, contra la vuelta de un modelo de exclusión y saqueo y contra la pérdida de la identidad carlospacense.