Villa Carlos Paz
Emilio Iosa: El «influencer» que volvió a trastabillar en política
Felpeto y Gispert evitaron que el triunfo de Avilés los golpeara en carne propia.Villa Carlos Paz.- Hace cuatro años irrumpió en la política carlospacense el médico sanitarista Emilio Iosa, que venía con un currículum interesante bajo el brazo. Con algunos méritos en otros ámbitos, quiso empezar una aventura política que, como aventura, le fue bastante bien. En el 2015, con Carlos Paz Despierta, austero y sin responsabilidades ni compromisos, arrastró un pequeño segmento del electorado que veía en él, un aire fresco, con un mensaje políticamente correcto, defender la naturaleza, sanear el lago, humanizar las relaciones. Así logró que un cercano de él, su primer candidato a concejal, el documentalista audiovisual Daniel Ribetti, lograse ingresar al Concejo de Representantes.
Pasaron cuatro años, y en el andar en los nuevos caminos de la política su agrupación «Carlos Paz Despierta» empezó a conocer los gajes del oficio, y Emilio Iosa, el médico sanitarista, el joven sobresaliente, el defensor de los pueblos originarios, se tuvo que travestir, transformar, aggiornarse, mediatizarse, hacer política más «normalizada» y conversar con gente que nunca pensó hacerlo, asociarse con «los diablos», y se sintió cómodo en el rol de influencer. Se expresaba fácilmente en redes sociales, beneficios a bajo costo y buena llegada de su mensaje a la gente.
Y el vértigo político fue despacito tragándolo. Se creyó que las cantidades de «likes o me gusta» o que las cantidades de comentarios que recibían sus videitos se acumulaban en él como capital político, como parte de su crecimiento político, y se convenció que iba a ir a las elecciones y esa acumulación ficticia le daría el triunfo.
Pero llegó la hora de la verdad, y en política, dos más dos no siempre es cuatro, todo se mueve y la foto cambia minuto a minuto. Así fue que volvió a encarar un proceso eleccionario con la misma desfachatez que lo había hecho cuatro años atrás, metafóricamente en bicicleta, sin un mango, y violando todas las lógicas de la política. No se dio cuenta que había pasado cuatro años siendo parte de la política con representatividad en el Concejo de Representantes.
En este 2023 se encontró, con más urgencias, con más compromisos, con más exigencias y sin recursos. Llegó como un «influencer» y no como un dirigente político. Así cayó en las fauces de los experimentados líderes de la oposición, que nada tienen que ver con él, y cuando lo vieron «flojito de papeles», «sin proyectos», «sin experiencia», lo llevaron como cabeza de una carroza que tenía destino de choque pero que ubicaría a cuatro concejales. Los que se salvaron del siniestro. De esos cuatro, solo uno sería del riñón de Iosa, que recibió una dura derrota a manos de Esteban Avilés.
La cabeza del «influencer» evitó que los beneficiados, Carlos Felpeto (quien puso a su hija María Pía de concejal) y el electo legislador por Punilla, Walter Gispert (quien puso a Gustavo Molina en el Tribunal de Cuentas) no tuvieran que soportar la derrota en carne propia. Iosa quedó debilitado y ellos fortalecidos, seguramente le garantizarán algún cargo y habrá que esperar que sea en la Legislatura de la Provincia y no en el Concejo de Representantes.