La UCR no logró unidad, culpó a Llaryora y se olvidó de Milei

El Encuentro Provincial de la Unión Cívica Radical pasó sin pena ni gloria por la ciudad de Villa Giardino. No hubo acuerdo ni definición, y ni siquiera se logró sacar un documento que fije la posición del centenario partido frente al escenario nacional. Pese al intento del oficialismo de lograr un apoyo explícito para Javier Milei, los radicales cordobeses mostraron distancia y enfocaron sus cuestionamientos más duros al gobernador Martín Llaryora.

El congreso dejó en evidencia la fractura que vive la UCR de Córdoba y desnudó la falta de un debate serio y constructivo.

Hubo siete documentos de diferentes sectores y finalmente, sólo un manifiesto con la expresión de los valores del partido y una definición que generó más dudas que certezas: «la Unión Cívica Radical tendrá un candidato o candidata a gobernar la Provincia de Córdoba, para encabezar una alianza programática con fuerzas políticas afines».

Las críticas más fuertes fueron para Llaryora, de quien sostuvieron: «aprieta como libertario y gasta como kirchnerista».

«En el plano nacional, desde nuestro rol opositor, vamos a seguir trabajando para concretar las reformas que necesita la Argentina para terminar con un status quo decadente que nos sumergió en la pobreza, defendiendo la institucionalidad, la democracia, pero anteponiendo límites infranqueables de nuestra partido como lo son la defensa de la educación pública, la salud, los derechos de los jubilados y de los sectores más postergados de nuestra sociedad que no pueden ser sobre quienes recaiga el ajuste»; se expresó en el texto.

Las minorías prácticamente no tuvieron lugar y el encuentro se desarrolló como se preveía, con Rodrigo de Loredo marcando la batuta del radicalismo y una conducción que se propuso evitar que hubiese una posición extrema contra Milei, el ajuste fiscal y la Ley de Bases. Lo lograron y lo que quedó, fue apenas un cuestionamiento por lo bajo y cuidado, ruido y pocas nueces.