Denuncian que una banda realiza estafas con terrenos en Estancia Vieja
Vecinos de la comuna de Estancia Vieja denunciaron en las redes sociales haber sido víctimas de una supuesta banda que haría estafas con terrenos en la zona. Sostienen que el grupo delictivo tiene vinculaciones con el poder político y aseguran que hay muchas víctimas que tienen miedo de denunciar.
Durante los últimos días, se viralizaron una serie de publicaciones donde se identifica a varios integrantes de una supuesta fundación con una serie de estafas vinculadas a la comercialización de lotes.
Según se conoció, habría dos hombres que venden los mismos terrenos a diferentes personas y hay testimonios de supuestos damnificados que dicen haber sufrido también el robo de materiales de la construcción. No se descarta que en las próximas horas, puede haber alguna denuncia en la justicia.
Las estafas con terrenos en el Valle de Punilla son materia de investigación desde ha décadas. Actualmente, hay una investigación penal a cargo del fiscal Enrique Gavier, titular de la Fiscalía de Instrucción de Delitos Complejos de la ciudad de Córdoba, a quien se puso en conocimiento de una organización liderada por una mujer quien falsamente dice poseer el título de abogada, y quien ha vendido gran cantidad de lotes en la zona de Bialet Massé, falsificando actas de remates judiciales, firmas de jueces, escribanos públicos y martilleros judiciales.
También hubo denuncias por casos similares en Santa María de Punilla, Cosquín y Villa Parque Síquiman que derivó en una condena a los integrantes de una banda que hacía estafas en las redes sociales. La causa había sido iniciada por el entonces fiscal y actual camarista Martín Bertone y continuada por la doctora Paula Kelm de la Fiscalía de Cosquín.
Según pudo comprobarse durante la investigación, la banda promocionaba lotes -que ya tenían dueños- en Facebook (en páginas como Cosquín Vende o Córdoba Vende) y mediante avisos clasificados en varios medios de comunicación.
La banda había sido desarticulada en 2018 y se dedicaba a la comercialización y venta de terrenos mediante cesiones de derechos y acciones posesorias que no ostentaban y en desconocimiento de sus propietarios. De acuerdo a lo que consta en la acusación, lograban que los potenciales clientes, quienes luego terminarían por ser las víctimas, confiaran en ellos al momento de la transacción, utilizando documentación apócrifa, la que era previamente confeccionada con sellos y timbrados bancarios falsos, operatoria que concluían en distintas escribanías de la ciudad de Córdoba donde se efectuaban certificaciones de firmas, pretendiendo darle credibilidad y legalidad a la maniobra delictiva.