Sigue la polémica por el «desembarco vikingo» en el norte cordobés
El intendente de Villa Tulumba se pronunció sobre la polémica vinculada al cartel que daba cuenta de la llegada de los vikingos al norte cordobés. Sebastián Peralta intentó bajarle el tono al escándalo desatado con los historiadores cordobeses y dijo que todo se produjo por una confusión, ocasionada por la rotura de una parte del texto.
«Al romperse accidentalmente el cristal que contenía la mitad de la información de este exhibidor, se generó una gran confusión. Como puede observarse en el vinilo, dice claramente: ESTAS TEORÍAS SE ENCUENTRAN DESCARTADAS»; indicó el mandatario, quien fue duramente cuestionado por la colocación de un cartel que esbozaba la hipótesis de que el nortes cordobés había sido poblado por vikingos.
En un posteo que hizo en las redes sociales, Peralta dijo que «el encabezado del texto contiguo habla del poblamiento MITICO, por lo cual es lógico que no se trate de hechos históricos. En ningún texto se afirma que los vikingos poblaran el norte de Córdoba, lo cual sería ridículo».
Asimismo, el intendente señaló que este texto hace referencia irónica a mitos y leyendas que «en todo caso serían discutibles las historias que cultiva cada sector de una población heterogénea».
Peralta le contestó con dureza al historiador de Sinsacate, Carlos Ferreyra Bertone, quién lo cruzó por exhibir ese cartel sin ningún fundamento. «Creo que es más que claro el tema, por lo cual no se entienden las ofensas, los agravios, acusaciones y mentiras de un sector tan distinguido y apreciado por nuestro pueblo. Quizá no sabían de la historia del vidrio que se rompió, no es su culpa, pero no es común para mí, ver que, entre gente tan instruida, prime la intolerancia y que los gritos sean su lenguaje»; sostuvo.
Inmediatamente, el posteo fue repudio por prestigiosos historiadores, quienes echaron más leña al fuego. Uno de ellos, fue Jorge Allievi, quien escribió: «¿La ciencia es pensamiento único? Deben "aceptarse" las barbaridades, atrocidades inventadas vaya a saber por quién y por qué ( lo más peligroso es esto último) porque "hay que ser tolerante ante el pensamiento infundado, temerario, erróneo" que es un insulto a la ciencia histórica, a los pueblos originarios, una falta de respeto e insulto a la inteligencia del visitante, a la verdad histórica, a la museología, al trabajo de cientos de historiadores, arqueólogos, bioquímicos, y demás auxiliares de la investigación histórica, sólo por una o dos opiniones que son frases hechas tal vez de moda, pero que se utilizan muchas veces para defender lo groseramente absurdo, "el pensamiento diverso", "respetá que yo piense que los comechingones (que por otra parte es una generalización también errónea, pero no es el lugar para aclarar lo que ya han oscurecido con barbaridades) eran "altos, rubios y de ojos celestes", porque llegaron navegando por el Río de la Plata, luego por el Paraná, desviándose por el Carcarañá y llegar hasta el paredón del dique San Roque". Y no lo digo irónicamente, porque mi teoría tiene exactamente el mismo fundamento que la que se puso en ese panfleto, al que ni siquiera se lo puede tomar como mito».
«Además de ser agraviante a lo ya dicho, es agraviante al Patrimonio Cultural, ya que los mitos hacen a la identidad de los pueblos y son construcciones inmateriales que llevan un proceso, no surgen por generación espontánea porque a alguien se le ocurrió un día y lo largó a la divulgación»; destacó.
«Tratar de justificar diciendo que "se rompió un vidrio....". Caballero, ¿usted se va a poner al lado del cartel para explicarle a cada individuo que lo visite y lea que falta parte de la explicación porque "se rompió un vidrio"? Pero ni siquiera esa explicación es válida, porque el problema no es "un vidrio roto". El problema es la atrocidad del texto, la monstruosidad inconcebible que allí se puso. Esto no sólo hace mal a la imagen de una gestión de gobierno los que van y vienen, se lo hace a una población histórica como Tulumba, con tantos "mitos", es decir, con una mitología propia que se engarza con el resto del norte cordobés, consolidando identidad; apuntó.