Sinsacate cumplió 438 años e inauguró el adoquinado del Camino Real
El pasado sábado, la localidad de Sinsacate festejó los 438° aniversario de su fundación y junto a otras localidades del norte de la provincia son las más antigua de este territorio cordobés. Autoridades locales aprovecharon esta emblemática fecha para dejar inaugurada la obra del nuevo adoquinado del Camino Real.
El adoquinado, pone en valor los 3100 metros que unen Museo Nacional Posta de Sinsacate con Museo Jesuítico Nacional Jesús María.
La obra fue posible a través del aporte de vecinos, recursos propios y al esfuerzo de los integrantes de la cooperativa de Trabajo.
Hubo danza y desfile de agrupaciones gauchas y autos antiguos durante la celebración.
La emblemática Posta
Sin lugar a dudas, el mayor atractivo de la localidad de Sinsacate es una de las postas homónimas del Camino Real. En esta localidad, el pasado histórico se hace presente en el Museo Rural Posta de Sinsacate, donde fueron velados los restos de Facundo Quiroga, asesinado en Barranca Yaco.
En sus comienzos (1650) formó parte de la Estancia Jesuítica de Jesús María, bajo el nombre de Puesto de San Pablo de Sinsacate. En los alrededores, los padres jesuitas construyeron un pequeño edificio, una capilla contigua y un molino harinero. Luego de unos años, se vendió este puesto a Don Juan Jacinto de Figueroa, quien completó la construcción iniciada por los religiosos.
Por aquí pasaron personajes emblemáticos, desde la época colonial hasta bien entrado el periodo independiente. Así, este lugar fue testigo del paso de los ejércitos patriotas que marchaban al Alto Perú, y también del general José de San Martín a la hora de dirigir el Ejército del Norte. En esta posta, San Martín recibió la ayuda de caballada por parte de José Javier Díaz, dueño de la estancia cercana de Santa Catalina.
También, es conocida por haber sido alojamiento del General Manuel Belgrano y Juan Lavalle.
Fue declarada Monumento Histórico Nacional en 1941 y restaurada en 1946, cuando se estableció el servicio de postas cumplió la función como tal hasta la llegada del ferrocarril. Hoy se puede visitar junto con un guía especializado que relata los acontecimientos trascendentales que sucedieron en ella. Además, en su interior se resguarda un carruaje que perteneció a Juan Manuel de Rosas, sobresaliente en su colección.