El Nazareno, un castillo en el corazón de Carlos Paz

La fábrica de alfajores El Nazareno inaugura su castillo en el Centro Viejo de Carlos Paz, una maravillosa construcción que concentra la atención de vecinos y turistas y será una de las atracciones de esta temporada de verano.
viernes, 21 de diciembre de 2018 · 11:11

Carlos Paz. La fábrica de alfajores El Nazareno inaugura su castillo en el Centro Viejo de Carlos Paz, una maravillosa construcción que concentra la atención de vecinos y turistas y será una de las atracciones de esta temporada de verano.

Tras varios meses de trabajo donde el avance de la obra fue cautivando a quienes circulaban por el Bv. Sarmiento, Leonardo José Grisoni, su esposa María Estela Gurriere y sus cinco hijos abrirán sus puertas y cumplirán un sueño. La historia de la fábrica se remonta al año 1982, cuando esta familia originaria de Carlos Paz se instaló en Traslasierra y comenzó su microemprendimiento. Al principio, sólo trabajaban el matrimonio y sus hijos fabricando algunas especialidades, debiendo además realizar trabajos de carpintería, herrería y fabricación de herramientas para mejorar la producción. Había que tener mucha fe y determinación para no bajar los abrazos y afrontar tiempos difíciles. 

Leonardo recurrió a la fe y encontró la inspiración que necesitaba, por lo que decidió bautizar su fábrica familiar con el nombre Jesús de Nazareth, El Nazareno.

«Una ilusión, así comenzó, martillando siempre en el mismo lugar hasta que el hierro empezó a doblarse. Construir sobre lo construido, aprovechar la energía precedente y sumarse al esfuerzo de las personas que estuvieron antes que nosotros, materializar más y con mayor fluidez, que el pensamiento se transforme en realidad y deje de ser una ilusión»; manifestó Arturo Grisoni, hijo del fundador de la fábrica de alfajores más icónica de Córdoba.

El Nazareno desembarcó en la ciudad con un edificio imponente que remite a los grandes castillos del mundo, decorado con elegancia y con un tesoro en su interior: los sabores más deliciosos.

Érase una vez

por Leonardo José Grisoni
(fundador de la fábrica 
de alfajores El Nazareno)

Érase una vez, así comienzan todas las historias, en la vida del hombre y la mujer. Teníamos apenas veinte años y una inquietud profunda, pues Dios no iba a dejar de mandarnos unos hermosos niños uno tras otro, hasta llegar a cinco. La madre, como todas las madres, sentía amenazas por todos lados del mundo en que vivíamos y soñaba con vivir en medio de la naturaleza.

Entonces migramos desde Carlos Paz a Traslasierra que en esa época -1972- no dejaba de ser una pequeña aldea con algún hotelito y nadie de afuera. Era tan inmenso y hermoso el valle como nunca te podrías imaginar. Ahora sigue siendo hermoso pero tendremos que cuidarlo.

En 1984 logramos cumplir nuestro sueño, pero las cosas no saldrían como esperábamos. La implacable naturaleza nos acogió, por supuesto, dándonos la mayor de las enseñanzas, y dijo: no te olvides a lo que has venido. Y fue duro sentir su rigor, pero sin aflojar ni un día, poco a poco, en el medio de la nada, alguien vino a ver lo que hacíamos. Alegremente le mostramos y aún no daba resultado. Entonces no bastaba la voluntad, el trabajo y el sacrificio, había que perfeccionar los conceptos que aprendí de mis grandes maestros generosos.

Y así lo hicimos, con la ayuda de mis hijos, transformando y creando hasta llegar a ser lo que El Nazareno es hoy. Esta es una historia de transformar la dificultad en facilidad con tanta pasión como nuestra vida lo permitió.
Es el momento de dar gracias a mi madre, a mis hijos y por sobre todas las cosas, a mi esposa, motor de todas nuestras vidas.

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