Un piquete de abuelos para reclamar que vuelvan los talleres al PAMI
Por la falta de pagos a los profesores, 800 personas de la tercera edad que se quedarían sin poder realizar sus actividades sociales y recreativas, de vital importancia para ellos.
Carlos Paz. Un grupo de abuelos y abuelas de Carlos Paz se congregaron esta mañana para reclamar por los talleres del PAMI y apoyar a los profesores, quienes hace más de 4 meses que no perciben sus salarios. Se trataría de 800 personas de la tercera edad que se quedarían sin poder realizar sus actividades sociales y recreativas, de vital importancia para ellos.
La semana pasada, los docentes decidieron cesar sus actividades y protestar para conseguir los pagos correspondientes.
En medio de la protesta, Juan Manuel Gómez, profesor de folklore y tango en Carlos Paz Sierras y en La Casa de la Amistad, declaró a El Diario: «El principal reclamo es que desde marzo no nos pagan, mes a mes las promesas de pago se van alargando. Creemos que esto ya ha llegado a un punto límite, ya pasó mucho tiempo. Hay talleristas que nos manejamos en colectivo, que ponemos materiales para los talleres. Es fundamental el pago, porque a los abuelos les hace falta, los talleres son indispensables en sus vidas, tanto como ir al médico, les puedo asegurar».
Por su parte, Claudia Heredia, profesora de teatro del PAMI, agregó: «Doy clases en Carlos Paz, Tanti y en San Antonio, a través del programa HADOB del gobierno, desde el 2012. Queremos concientizar a la gente de la importancia de este programa, por suerte los abuelos nos acompañan. Reclamamos nuestros derechos y los de nuestros abuelos, dado que ésta es una forma de maltratarlos, no podemos seguir sosteniendo los talleres de esta forma».
En Carlos Paz, son diez los lugares donde se brindan talleres para el adulto mayor, que dependen de PAMI, y donde se desempeñan más de treinta docentes. A estos talleres, se suman los que se prestan en Tanti, Santa Cruz del Lago y San Antonio.
Norma Brogner, una de las abuelas manifestantes, expresó: «Acompañamos a los docentes en esto, porque desde que comenzó el año no les han pagado. Es muy injusto, creo que tendrían que tener un poco de sentido común, que piensen que si no estuvieran estos talleres, la imagen de los adultos mayores sería mucho peor de lo que es, porque estaríamos en los hospitales o en nuestras casas esperando la parca, o la muerte, sin embargo, con los talleres nos sentimos vivos».
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