Murió Carlos Santarrosa, el cura que dejó un legado imborrable en Carlos Paz

Tenía 94 años de edad y dejó un valioso legado en la ciudad, donde impulsó la creación de los colegios Bernardo D´Elía, Instituto Remedios de Escalada de San Martín (IRESM) y Cristo Obrero. Tuvo una labor destacada en las décadas del cincuenta y sesenta.
miércoles, 23 de enero de 2019 · 12:19

Carlos Paz. Carlos Santarrosa, quien fuera el histórico cura párroco de Carlos Paz, falleció ayer en la localidad de Desenzano del Garda (Italia) donde se encontraba radicado hace varios años con su familia.

Tenía 94 años de edad y dejó un valioso legado, donde impulsó la creación de los colegios Bernardo D´Elía, Instituto Remedios de Escalada de San Martín (IRESM) y Cristo Obrero y fue motor del desarrollo de la ciudad.

También fue quien terminó la construcción de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen, el templo más importante y característico que se ubica sobre la peatonal carlospacense.

Fue un cura con gran inserción en la vida social de la ciudad, fue consultor de varios gobiernos y un activo dirigente de las entidades intermedias. Se caracterizó por ser un militante del catolicismo con un profundo arraigo y una figura emblemática para las décadas del cincuenta y sesenta, donde la ciudad experimenta un marcado proceso de crecimiento.

Tras haber abandonado los hábitos, Santarrosa se instaló en Italia donde contrajo matrimonio y tuvo dos hijas.

Su historia

Santarrosa nació en Bell Ville, Provincia de Córdoba, el 1 de enero de 1925, hijo de Son Pablo Victorio Santarrosa y de María Gabriela del Castillo. Cursó estudios primarios, fue monaguillo, aspiranate de la Acción Católica y cantor de la Iglesia junto a su padre. En marzo de 1939 ingresó en el Seminario Mayor Nuestra Señora de Loreto de Córdoba, y fue ordenado sacerdote por el Arzobispo Mons. Fermín Laffite, el 3 de diciembre de 1950. 

Pero en ese transcurso hubo cinco años de estudios humanísticos y tres de Filosofía, cuatro de Teología y doce años de internado y formación espiritual. Su actuación como primer párroco de Villa Carlos Paz comenzó en 1956 y duró doce años. 

Su afán incesante ha cumplido una acción particularmente encomiable. En esos años entregó lo mejor de sus sentimientos y la dignidad de su espíritu a la tarea de contribuir al crecimiento, bienestar y futuro de los pobladores de Villa Carlos Paz. Con un claro y alto sentido de responsabilidad y rectitud fundó el centro de Educación y Cultura Margarita A. de Paz para enseñar el camino del deber, la honradez, el bien y las frugales virtudes evangélicas. 

En Carlos Paz

Llegó el 1 de enero de 1956, cuando la ciudad poseía 3.500 habitantes aproximadamente. De ellos mil eran nativos, descendientes de los peones y capataces de la estancia Leocadia. Santarrosa fundó los establecimientos católicos para tener más herramientas de evangelización ya que quería romper el cerco de los católicos del pueblo para llegar a más gente. 

Radicado en Italia, donde se dedicaba a escribir, visitaba esporádicamente Villa Carlos Paz su lugar en el mundo además de ser autor de varios libros.

En la casa parroquial funcionaban además la Escuela de Revisión y Repaso "San Martín de Porres", un lugar estudiantil de repaso y revisión para alumnos que necesitaban apoyo escolar para cursar o rendir materias. Era, además un servicio para los turistas que venían a veranear y sus hijos necesitaban estudiar para rendir cuando las familias llegaban a Villa Carlos Paz a descansar por dos o tres meses. Y el otro instituto, era de música, se llamaba Manuel de Falla, y se enseñaba piano, guitarra, violín, vientos y percusión. 

Reconocido

Tuvo un merecido reconocimiento por parte del Concejo de Representantes en 2010 en un acto especial ante un auditorium nutrido de vecinos y de los representantes de los colegios IRESM, Bernardo D´Elia, Cristo Obrero, además del representante del Arzobispado y de los párrocos de la ciudad por su gran labor realizada.

Entrevistado por EL DIARIO dijo: «No soy de aquellos que dicen que no les importan las distinciones. Creo que es merecido, he trabajado mucho», y recordó la guerra que sostuvo con quienes no querían más establecimientos que el Instituto de Enseñanza Secundaria. «Ahora veo el Instituto Remedios de Escalada (IRESM) convertido casi en una Universidad y me llena de orgullo. Como sacerdote y al ver que no había escuelas confesionales creí que era mi deber fundar colegios con voluntad y sentimientos cristianos».

El sacerdote fue reconocido también como una de las 100 personas destacadas en la celebración del centenario de la ciudad.

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