El botiquín natural que esconde el cerro más famoso de Carlos Paz

Un botiquín natural puede armarse con los yuyos, arbustos y especies arbóreas que se encuentran en el cerro más famoso de Carlos Paz. Enterate cuáles son y para qué sirven.
lunes, 11 de febrero de 2019 · 17:55

Carlos Paz. El Cerro de la Cruz constituye una de las grandes reservas naturales de Carlos Paz y alberga una interesante variedad de flora y fauna nativa que puede ser disfrutada por vecinos y turistas. Como ocurre con muchas de las especies que crecen en nuestras sierras, un botiquín natural puede armarse con los yuyos, arbustos y especies arbóreas que se encuentran en el cerro, plantas medicinales entre las cuales destacan el durazno de campo, palo amarillo, barba de tigre y sangre de toro.

El último sábado, un grupo de vecinos y representantes de distintas organizaciones ambientalistas de la ciudad subieron al cerro para recolectar semillas de especies nativas y concientizar a vecinos y turistas sobre la importancia de cuidar el ambiente. La actividad se llevó a cabo en el marco del Día de la Educación Ambiental y contó con la participación del Aula Ambiental de la Municipalidad, la Fundación FEIDes, la comunidad PANGEA y el grupo Amigos del Lago San Roque.

Acompañados por un guía local, emprendieron un ascenso para identificar especies de propiedades medicinales y juntar semillas de piquillín y espinillo, dos de los árboles más representativos de las serranías cordobesas.

En ese sentido, detectaron algunas de las variedades de plantas medicinales que vienen utilizándose hace siglos en nuestra región por los pueblos originarios.

El Durazno de Campo es un árbol que proporciona buena leña y se usa para la construcción de casas y algunos instrumentos de labranza implementados de arado. Con su corteza se prepara una infusión que permite reducir la fiebre y posee cualidades antipalúdicas.

La Barba de Tigre (también conocida como Tola Tola o Quina) es un arbusto cuya corteza se utiliza en medicina popular (reduce la fiebre, tiene características purgantes y previene enfermedades) y también sirve para lavar (sus raíces generan espuma en el agua) y teñir ropa por sus propiedades tintóreas, mientras que la madera se puede utilizar en carpintería.

En tanto, el Palo Amarillo, también conocido como Azahar de Campo, Oreganillo, Cedrón del monte, es un arbusto que contiene flores de un agradable olor a vainilla y sus gajos suelen utilizarse en infusiones para curar el resfriado y los dolores de estómago, al tiempo que suele hervirse en leche para aportarle buen sabor.

La Sangre de Toro, Carmín o Hierba Mora cuenta con raíces y hojas que son purgantes, antireumáticos y también se usan para combatir el vómito. Se emplea en infusión, extracto o tintura. Asimismo, se recomienda en los problemas estomacales suaves pues es purgante de acción intermedia y el extracto fluido, mezclado en agua se usa para lavados femeninos, en casos de descensos vaginales. En forma de tintura se usa para enfermedades de la piel, hemoroides, úlceras, antiséptico y cicatrizante.

Asimismo, manifestaron que las sierras que rodean la ciudad se encuentran pobladas por piquillín y espinillo. El Piquillín es uno de los emblemas de las sierras cordobesas, su madera se emplea para construir ruedas, varillas y cabos de herramientas, y como leña, mientras que de la raíz del árbol se obtiene un látex que tiñe de morado. Asimismo, desprende un fruto dulce, sabroso que puede adquirir colores rojos, negros, naranjas y amarillos. Es posible disfrutarlo como una golosina natural y también suelen utilizarse para arrope y una bebida fermentada y sirve como laxante.

Por su parte, el Espinillo es un árbol o arbusto típico que contiene unas flores pequeñas con un aroma característico. Sus hojas se toman en infusión y sirven como cicatrizante, digestivo y para combatir el reuma y la gota. También se hace uso de su corteza como expectorante, para contrarrestar cuadros febriles y depurativo de la sangre. Para curar las heridas, también se ha usado la ceniza que se obtiene de la corteza de Espinillo.

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