Denunció que sufre «acoso laboral» en la Municipalidad de San Antonio

La mujer tiene una patología cardíaca, asegura que vive un «infierno» y teme por su vida.
martes, 21 de mayo de 2019 · 13:12

San Antonio. Un verdadero escándalo se desató en la Municipalidad de San Antonio con la denuncia de una trabajadora de planta permanente, quien asegura que padece «acoso laboral» y «bullying» por parte de funcionarios que responderían a la intendenta Patricia Cicerone. La doctora Mariela Martínez Widmer representa a la mujer, quien desde septiembre de 2010 se incorporó como efectiva del municipio y sufre una patología cardíaca severa (arritmia cardíaca ligada a situaciones de estrés) que la llevó a someterse a diferentes intervenciones y a un tratamiento psiquiátrico.

Debido a que le revocaron la licencia médica, se analiza además la posibilidad de recurrir a la justicia laboral para solicitar que el juez interviniente ordene las medidas necesarias para el cese de las conductas antijurídicas. Durante el día de ayer, este medio intentó sin éxito conocer la versión oficial del gobierno de San Antonio, que se espera se haga conocer en las próximas horas.

Actualmente, su organismo se ha vuelto incapaz de reaccionar ante situaciones estresantes en el ámbito laboral donde se desempeña: el área de licencias de conducir. Su abogada manifestó: «Se ha solicitado de distintas maneras el cese de las conductas de acoso, las que se ejemplifican en comentarios a los compañeros de trabajo que no compartan el refrigerio con Verónica porque iban a correr la misma suerte que ella; que no hablen ni dentro ni fuera del trabajo con ella; ordenarle que otorgue una licencia de conducir que no cumplimentaba con los requisitos legales; reiterados descuentos en el sueldo por los días de ausentismo (que se encontraban justificados); manifestaron delante de sus compañeros que ella miente sobre su salud y que si está bien para cuidar a sus hijos, está bien para trabajar, o que si no renuncie o se jubile y hasta  apuntar a una compañera de trabajo y a Verónica diciendo que en el puesto de trabajo tienen un bunker político. A raíz de estas situaciones, tuvo varias descompensaciones, por lo que ha tenido que recurrir el servicio de emergencia al lugar de trabajo para asistirla, y trasladarla a un centro hospitalario».

«Verónica es valorada mensualmente por sus médicos tratantes, quienes han considerado que hasta que no cesen las situaciones estresantes y mejore su estado de salud, debe permanecer con licencia laboral. A pesar de haber presentado los certificados correspondientes –perfectamente fundados con las patologías, medicación y tratamiento- en lo que va del 2019, le han levantado intempestivamente las carpetas médicas solicitadas»; apuntó la letrada, quien reconoció que se amparan en las aseveraciones de una junta médica que es contratada por el gobierno municipal.

En diálogo con El Diario, la propia Verónica aseguró: «Hace 10 años que soy efectiva y hace 3 años que estoy teniendo un grave problema del corazón, del cual fui operada en dos oportunidades y aún no me encuentro bien. He vivido un hostigamiento permanente y por este motivo, mi salud se deterioró. No tengo ningún llamado de atención, ningún apercibimiento y un legajo intachable».

«Yo tengo una arritmia, es decir que mi corazón se detiene con cierta frecuencia, se acelera hasta 260 pulsaciones por segundo y luego baja. Yo entonces me siento cansada y se me baja la presión. Me hicieron un trasplante y tengo toda la documentación sobre el caso, pero sucede que en la Municipalidad permanentemente me están cuestionando, me hostigan, envían médicos laborales a mi casa que descreen de mi enfermedad y me gritan. Una vez incluso no creían que me hubiese sometido a una operación por una hemorragia importante que tuve en el útero y cuando presenté toda la documentación, la intendenta me escribió una carta pidiéndome disculpas y diciendo que iba a investigar lo que estaba sucediendo conmigo pero nunca se hizo nada. Es terrible lo que estoy viviendo, me descompuse varias veces trabajando y mi salud se ve perjudicada por el estrés laboral que estoy sufriendo»; agregó la mujer, quien pertenece al área de licencia de conducir.

«La primera operación me la hicieron en 2016 y luego volvieron a operarme nuevamente a fines del año pasado y todavía no estoy bien, estoy con medicación muy fuerte y bajo tratamiento médico y psiquiátrico con dos profesionales. Yo no puedo presentarme a trabajar y no saber con qué me van a salir, entran a la oficina y me acusan de cosas que no tienen que ver con mi trabajo. Yo no hago política, por supuesto que hay cosas de este gobierno que no comparto, pero me dedico a mi trabajo y tengo un legajo intachable»; reconoció Verónica, quien completó: «Yo pido que esta situación pare, necesito el trabajo y no puedo quedarme sin obra social porque soy el único sostén de mi casa y tenemos tres hijos. Incluso a raíz de mi enfermedad, mi marido se quedó sin trabajo porque constantemente lo estaban llamando y avisándole que yo me descomponía».

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