¿La tragedia de Villa Gesell pudo suceder en Carlos Paz?

Carlos Paz. Tras la polémica desatada por el brutal crimen de un joven en Villa Gesell a manos de un grupo de jóvenes, se encendió el debate en torno a las acciones y medidas de seguridad existentes en los principales destinos turísticos de la Argentina.

La trágica muerte de Fernando Báez Sosa golpeó a la sociedad y puso en tela de juicio el dispositivo de seguridad aplicado en la costa atlántica, dónde muchos sostienen que fallaron los controles y que no se ha logrado combatir el consumo de drogas y alcohol y la violencia en las calles.

En medio del debate, se especuló con la posibilidad de que hechos similares pudiesen ocurrir en otras ciudades turísticas del país. Sin embargo, en Carlos Paz, la Policía y el personal de Seguridad VCP trabajaron intensamente desde los primeros días de diciembre para evitar situaciones de excesos, violencia y descontrol en los balnearios y boliches.

El Diario elaboró un informe que permite conocer cómo se operó durante esta temporada.

«Esta ciudad recibe a miles de turistas jóvenes y por lo tanto, se dispuso presencia policial en los horarios de ingreso y egreso de los boliches. Son sectores que se cubren con efectivos del escuadrón motorizado por una cuestión de agilidad y capacidad de respuesta. Generalmente es más tranquilo el ingreso que el egreso, donde muchas personas salen alcoholizadas. Los móviles del CAP también colaboran en los controles de madrugada, es un acompañamiento sin invadir a los jóvenes pero que sirve para persuadirlos de que ocurra cualquier situación indeseada»; informaron desde la fuerza policial.

«Los operativos se hacen durante todo el año, pero en verano se refuerzan con más personal. Los móviles policiales trabajan de forma continua con las cámaras de seguridad, hay un coordinador policial a cargo del monitoreo de las cámaras y en conjunto se logra intervenir rápidamente»: afirmaron los voceros de la Departamental Punilla.

Por su parte, Roberto Giménez, director de Seguridad VCP, destacó: «Nosotros participamos de los controles junto a la Policía y hacemos un fuerte trabajo de prevención. Es fundamental el acompañamiento del joven, tratar de no pertirbarlos pero estar atentos ante una eventual situación en la vía pública».

«Los controles de alcoholemia son claves también, porque de esta forma se logra tener presencia y control sobre lo que está sucediendo en las calles de la ciudad y brindar seguridad vial tanto a vecinos como a turistas. En la costanera, el lugar elegido por los jóvenes para juntarse, tenemos fuerte presencia durante la noche para evitar desmanes. Se despliegan móviles y efectivos, hacemos controles y de esta forma regulamos el consumo de alcohol en las previas y garantizamos que no haya desmanes»; finalizó.