El jesuita que recuerda a La Quinta de Carlos Paz

En La Quinta abasteció a la Compañía de Jesús,fue un semillero de jesuitas y fue visitada en varias oportunidades por el hoy Papa Francisco.
domingo, 22 de marzo de 2020 · 13:32

Villa Carlos Paz.- En los años cuarenta del siglo pasado Carlos Carranza formaba parte del contingente de jesuitas que se hospedaba durante los veranos en la Quinta del Niño Dios de Carlos Paz, hoy Parque Estancia La Quinta.

Hoy con 95 años vive en el Instituto Jesuita Sagrada Familia en barrio Pueyrredón de la ciudad de Córdoba y allí recibió a El Diario.

Carranza prometió visitar el Parque, y volver a plantar un árbol como lo hiciera en 1946.  Recordó que en los años cuarenta el noviciado de La Quinta de Carlos Paz estaba a cargo del cura Carlos Giménez, quien les ordenó a los jóvenes, entre ellos él, a plantar los árboles que están en la zona del actual ingreso por avenida Asunción: Pinos, eucaliptus, aguaribays.

Carranza es el más antiguo de los jesuitas en Córdoba, y uno de los pocos que pueden dar testimonio de la vida que hacían los curas en el predio que hoy atesora historias y belleza, naturaleza y cultura.

En un diálogo ameno de reencuentro, describió con nostalgia el paso de la Congregación por Carlos Paz. Aseguró que, desde el impulso del Hermano Font, -al que él no conoció-, y la construcción del Convento en lo años veinte del siglo pasado, los jesuitas hicieron un gran aporte al crecimiento de la Villa.

En 1950, durante su etapa en la Inmaculada de Santa Fe, dirigió el magisterio y tuvo como alumno a Jorge Bergoglio, --hoy Papa Francisco-. En esa época, cuando tenían asueto aprovechaban para venir a las sierras.

La Quinta

Los recuerdos de Carranza que brotaron en la tarde de llovizna sobre la Sagrada Familia, y antes que la pandemia del virus coronavirus llegase al país, son ratificados por el historiador Edgardo Tántera en su libro “Los Jesuitas, el canal y Carlos Paz”, editado por Quo Vadis.  Tántera hace referencia a un hecho de importancia que ocurrió en la Estancia La Quinta a principios de la década del 30. Ya se había construido el Convento. El episodio que hace referencia Tántera, es la propuesta que Font al Rector Provincial de la Compañía DE Jesús de Córdoba, Moisés Dávila S.J. de abastecer de provisiones al noviciado, juniorado, y apostólicos, a cambio que los curas aportasen para la construcción de la Iglesia del Niño Dios.

Así comenzó la gran empresa de Font. Por un lado, contrató a picapedreros y obreros para edificar el templo; y por otro, empezó a desarrollar la actividad agrícola-ganadera. Hubo faenamiento de carne de novillo, tambo para obtener la leche, cultivo de distintas parcelas y frutales para los novicios.

Para trasladar la producción hacia Córdoba había contratado a Enrique Sauch que poseía un camión Chevrolet 27, y las actividades se realizaban con el aporte de tantos trabajadores anónimos como los Polanco, los Domínguez, los Batistini, los Bergamo, los García, Los Binimelis, los Bustos, los Arcos y los propios jesuitas.

 Semillero de jesuitas

La Quinta de Carlos Paz fue semillero de jesuitas entre 1966 hasta 1969. Tántera rescató un artículo donde se hace referencia a la formación de los curas en La Quinta.

“En una nota publicada por el cura Sebastián Raggi en 1966 y que titula “Quinta del Niño Dios” señala; “nuestro noviciado, que durante cincuenta años estuvo radicado en barrio Pueyrredón de la ciudad de Córdoba, se trasladó el año pasado a Villa Carlos Paz, a la Quinta del Niño Dios, donde hasta entonces solo se iba para vacaciones.”

El noviciado jesuítico funcionó hasta 1968, cuando fue trasladado al Colegio Máximo de San Miguel en Buenos Aires.

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