Coronavirus en Buquebus: La odisea para volver a Córdoba
Camila es socióloga, se encuentra radicada en la ciudad de Córdoba y vivió una odisea para volver a su casa, luego de haber formado parte de los más de cuatrocientos pasajeros que iban a bordo de un Buquebus donde viajaba un joven con coronavirus. La joven habló con El Diario sobre el aislamiento en un hotel de Buenos Aires, los controles preventivos que les hicieron y dijo: «Fue una pesadilla. No sé cuántos días estuvimos encerrados, para mí fue una eternidad».
Tras haberse egresado, Camila decidió regalarse un viaje a Uruguay. Se encontraba en la reserva de Santa Teresa cuando se enteró que estaban cerrándose las fronteras por la pandemia y emprendió el regreso. Se trasladó hasta Montevideo, donde canceló un pasaje aéreo para llegar a la Argentina antes que se endurecieran los controles migratorios y compró un boleto de Buquebus.
«No fue fácil, porque la aerolínea me quería comprar una multa por haber cancelado el pasaje. Al final, conseguí un boleto para cruzar en el buque y en aquel momento, pensé que había tenido suerte. Después comenzó un infierno que duró hasta que llegué a mi casa. Nosotros no sabíamos lo que estaba pasando hasta que llegamos a la Argentina y nos mantuvieron encerrados en el barco como dos horas y entraron las autoridades sanitarias con los trajes, máscaras y guantes. Al chico lo tenían aislado en una habitación y cuando nos informaron que tenía coronavirus, fue una desesperación total. Había gente que gritaba, otros quería bajarse como sea, otros se peleaban y era un caos total»; aseguró la joven.
«Lo que hizo este chico fue increíble, no se entiende que haya gente con tanto egoísmo y tan irresponsable. Cerca de donde iba el sentado, iba una familia con un bebé y personas que son paciente en riesgo, muchos que estaban sentado alrededor de él y sus amigos están con síntomas de enfermedad. La verdad que entristece mucho saber que hay gente así. Yo afortunadamente no tengo ningún síntoma y estoy ahora en mi casa haciendo la cuarentena con una chica que también iba en el Buquebus y que casualmente era de Córdoba también. Ella vivía con una persona mayor y se quedará en mi casa para reducir los riesgos»; agregó.
«Cuando nos sacaron a todos del barco, nos llevaron a dos hoteles. A mí me tocó en el hotel Panamericano, soy la chica de la habitación 809. Estuvimos encerrados por días en las habitaciones sin que nadie nos dijera nada. Nos faltaba la comida, el agua, el papel higiénico y hasta las toallas, fue un momento muy difícil porque nadie nos trató de forma humanitaria. Creo que fallaron los protocolos, porque había familias con bebés que no tenían para cambiarle los pañales, gente mayor con enfermedades y nadie respondía por nadie. Yo estaba hasta incomunicada, porque se me rompió el celular y el teléfono de mi habitación no funcionaba»; manifestó Camila a este medio.
En otro fragmento de la entrevista, la socióloga recientemente egresada apuntó: «Al final, los que no teníamos síntomas y éramos de Córdoba nos contactamos y logramos volvernos en un micro vía Rosario. Me prestaron un auto que dejaron con las llaves en la Terminal de Ómnibus, así que bajé del colectivo y me subí al auto. Cuando llegamos, nos esperaban del Ministerio de Salud para que firmáramos otra declaración jurada y diéramos todos nuestros datos y nos tomaron la temperatura». Sin embargo, a la dramática aventura de Camila todavía le faltaba un capítulo más. Estaba conduciendo hacia su casa, cuando fue interceptada en un control de la Policía de Córdoba donde estuvo retenida por algunas horas hasta que constataron que no tuviese síntomas.
Consultada sobre las acciones judiciales que algunos pasajeros planean iniciar contra Buquebus y contra Lucas Singerman, el joven rugbier que se subió a un barco de pasajeros con el diagnóstico de tener coronavirus, la joven adelantó: «Nos estamos organizando para presentar acciones contra la empresa porque no garantizó los controles y nos expuso a una situación de contagio. Y también contra este chico, a quien no le importó contagiar a todos».