Dos médicos cordobeses tienen su «consultorio» en la Antártida
Dos médicos cordobeses se instalaron en la Base Esperanza de la Antártida y se encargan de cuidar la salud de las trece familias que habitan uno de los puntos más recónditos del planeta. Giuliana Ortíz Rojas y su esposo Hugo David Crisnejo dejaron su hogar en la ciudad de Córdoba para trasladarse a un sitios donde la temperatura máxima ronda los cuatro grados bajo cero y donde el coronavirus en una noticia lejana.
No sólo que no hay ningún caso, sino que las clases continúan con normalidad y las familias se reúnen semanalmente para ponerse al día. Durante una entrevista concedida hoy al periodista Miguel Clariá de Cadena 3, Giuliana contó: «Hay 13 casas en las que viven familias y una casa principal a donde vive personal que viene sin familia. Los niños en particular no se enferman. Lo único que hemos tenido fueron algunos síntomas apenas llegaron producto del viaje y el cambio de temperatura».
A diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo, en la Antártida no existe la nueva normalidad, aunque sí tienen que asistir a pacientes con afecciones respiratorias y caídas provocadas por el congelamiento de los suelos. Los casos más frecuentes que atienden en su consultorio son los traumatismos, las lesiones y las tendinitis.
Ante una emergencia de complejidad extrema, cuentan con un quirófano y comunicación por telemedicina con el Hospital Militar Central. Entre sus labores diarias, Giuliana y Hugo retiran los almuerzos y cenas en el comedor de la base y las comparten con el resto y los domingo, se reúnen a comer en su casa.