Cumple años 88 años Quino, el creador de «Mafalda»

Mendoza .- Joaquin Lavado "Quino", el dibujante mendocino de fama internacional y creador del personaje "Mafalda", recibe hoy su cumpleaños número 88 en su tierra natal, Mendoza y es por ello que, desde el municipio de Godoy Cruz, han decidido homenajearlo, con pintorescas ilustraciones de la mano de Pablo Grando, conocido como PAU.

Así lo explicó a EL DIARIO, el subsecretarío de Industrias Creativas de ese municipio Diego Gareca, quien expresó que la provincia está de pie para homenajear a uno de los máximos exponente de la cultura mendocina. 

Los 88 años encuentran a Quino en su provincia natal. Desde que volvió a Mendoza con la intención de radicarse, en diciembre de 2017, le han llovido honores y pompas: desde homenajes públicos a Mafalda, como en la calle Arístides Villanueva, hasta el reciente honoris causa de la UNCuyo.

"Lo primero que a cualquier persona seguramente se le viene a la cabeza cuando piensa en Quino es el agradecimiento, porque no podemos más que agradecer a este mendocino lo que hizo por la ilustración, por el arte y, desde ese, su lugar, por la sociedad.Desde sus viñetas de humor gráfico se dedicó a cuestionar a la civilización, especialmente a sus líderes y al mercado, poniéndonos, desde el humor, ante un espejo en el que, una vez que nos reflejamos, es imposible salir inmunes". reza el texto dado a conocer por Gareca y que le pertenece al escritor y ensayista Alejandro Fría.

"La vida como un ajedrez en el que los poderosos siempre ganarán con cualquier movida ante los oprimidos, un multimillonario pidiendo a una acerera que construya una aguja lo suficientemente grande como para que por su ojo pase un camello, un hombre de negro pidiendo documentos a alguien que sonríe en una multitud contrita. Estas son sólo algunas de las imágenes que se nos han grabado en la memoria y con las que Quino nos puso ante nosotros mismos como sociedad. Por supuesto, ni qué decir de la tira Mafalda. Y nos referimos a la tira completa y no exclusivamente a la niña que le da nombre y a la que tanto queremos, porque Quino plasmó en cada uno de los personajes la impronta de un sector de la sociedad y a través de ellos, con Mafalda como nexo, creó un retrato tan universal de la humanidad, que fue traducido a más de veinte idiomas, incluyendo lenguas como el guaraní.
Por todo eso, por todo lo que Quino nos dio, nos da y nos seguirá dando a través de su obra, no podemos más que agradecerle a este gran mendocino". concluye.

Esa Mafalda

La autobiografía Mafalda la escribió "Quino" el 2 de junio de 1968 y allí constaba que ella había nacido en la vida real (en la vida real de la historieta) un 15 de marzo de 1962, pero que había sido estampada en papel un 29 de septiembre de 1964. De ahí la confusión que rodea el nacimiento de uno de los personajes más amados de la historieta universal. Fechas, fechas, fechas...

Y aunque en la vida de Quino pasa algo parecido, pues su documento dice que nació un 17 de agosto, curiosidad que nos contaba el año pasado su sobrino, el abogado Diego Lavado, se sabe que en realidad él nació un día como hoy, pero de 1932. Y este aniversario de Quino, el que “cuando firma cheques pone Joaquín Lavado” (decía Mafalda en esa carta), siempre es un motivo de festejo para todos.

Pese a la amistad, ambos vivieron infancias muy diferentes: Mafaldita respira barrio porteño, y él se crió en la vieja Guaymallén (Mendoza), donde las acequias se estiraban junto a las calles y se dibujaba, siempre, de fondo, la cordillera. Y Joaquín, que desde muy niño fue llamado Quino para "diferenciarlo" del primer Joaquín de la familia, de apellido Tejón y muy recordado entre nosotros los mendocinos, desde muy pequeño abrió sus oídos al mundo.

Su barrio era una mezcla de lenguaje provinciano y cosmopolita, porque como él mismo explicó en una entrevista: "Era como si me hubiera criado en el Mediterráneo. Mis padres y mis tíos eran todos andaluces; el carnicero era español; el verdulero era italiano, el pescadero también; además pasaban sirio-libaneses vendiendo cosas... Mi contacto con la Argentina empezó recién cuando yo ingresé a la escuela primaria. Y claro, nunca fui un argentino típico, de tomar mate, de hacer asados, de bailar tango".