Siguen las obras para habilitar una antena ilegal en San Antonio
Vecinos de San Antonio de Arredondo denunciaron que, por tercera vez en lo que va de la cuarentena, se violaron las ordenanzas municipales y se intentó reanudar la instalación de una antena de telefonía celular en una zona residencial. El permiso había sido denegado por el gobierno municipal en 2018 y la obra fue clausurada por no cumplir con las normativas.
El domingo pasado, los habitantes de la zona identificaron a empleados de la empresa GME Towers S.R.L que se presentaron a trabajar en la obra clausurada de la antena ilegal perteneciente a Claro Argentina.
La situación no pasó desapercibida y llamó la atención que los trabajadores no rompieran las fajas de clausura y saltaran la tapia a escondidas.
«Hace un año y medio que estamos en constante alerta y vigilancia, con las tensiones, incertidumbre y estrés que la situación genera. Exigimos el inmediato desmantelamiento de la obra de la antena ilegal de la empresa Claro. Queremos que las leyes se cumplan y se garanticen nuestros derechos a la salud, al ambiente y al buen vivir»; expresaron los vecinos.
Un total de quince notas, denuncias y pedidos de informes se hicieron en los últimos años y hay estado de alerta permanente para identificar movimientos extraños en el patio de la vivienda donde está la obra en construcción de la antena ilegal.
Todo comenzó el 17 de noviembre de 2018 cuando los vecinas de San Antonio de Arredondo hicieron las primeras denuncias ante la Policía Ambiental, por lo que entonces era sólo una plataforma en construcción. A partir de eso la empresa GME Towers SRL presentó un proyecto de prefactibilidad técnica ante la Municipalidad para que le fuera otorgado un permiso para la obra que ya había comenzado a realizar. Pero el Ejecutivo local se lo negó -mediante documentación con fecha del 04 de diciembre de 2018- invocando la ordenanza municipal vigente, 032/2012, que establece que las antenas de telefonía deben estar a más de 200 metros de zona residencial para proteger a la población de sus radiaciones cancerígenas. Y días después el Tribunal de Faltas de la localidad clausuró la obra. Sin embargo, el conflicto siguió.