Día Mundial de la lucha contra la Depresión

«Todos hacemos lo que podemos con el dolor, ninguna persona está así porque quiere»

Una terapeuta nos da claves para entender la depresión y como trabajar para convertirla en un nuevo aprendizaje.
miércoles, 13 de enero de 2021 · 16:48

"Cada uno hace con el dolor lo que puede" aseguró la psicóloga Romina Aguilera Sicot (M.P.10063), especializada en la terapia de aceptación y compromiso en una entrevista concedida a EL DIARIO en el Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión.

"Desde la terapia de aceptación y compromiso si pensamos como una forma fácil, digamos de definir la depresión, lo vemos como un conjunto de respuestas que se dan en en el paciente cuando la relación con el mundo de ese paciente, con el contexto en el que se paciente está es una relación digamos aversiva. O sea no hay contacto con ese mundo. No puede relacionarse ni hacer contacto con el mundo que lo rodea, sobre todo con las cosas que son importantes para este paciente o sobre los valores.

Sobre la forma de trabajar esto estados, la profesional aseguró que "se trabaja mucho ayudando al paciente para que pueda encontrar digamos el camino, o la forma de comprometerse con lo que para él fue una vida valiosa. Para para vivir una vida basada en valores.

Lo que pasa en la depresión básicamente es que no hay relación con el mundo por lo tanto la persona no tiene nada significativo nada valioso en que basar su existencia. Entonces todo lo que es importante dentro de este mundo es como que desaparece".

Y agregó: "Lo que el paciente experimenta, son síntomas fisiológicos, lo que conocemos como la tristeza, estar más vulnerables, más irritados, con mucha angustia, el nudo en la garganta, o dolor de estómago. También lo que hacemos es abandonar cosas que son importantes como un deporte, o las relaciones sociales, todo lo que tenga que ver con salir, se ve como abandonado o disminuido en cantidad, y uno ve que el paciente se retrae más, se queda más en su casa prefiere no salir, no tener contacto.

A nivel fisiológico puede pasar de que hay alteraciones del sueño, más apetito o menos, eso puede pasar hacia los dos lugares; puede tener mucho más hambre y canalizar, como dice una nutricionista amiga "nos comemos la tristeza, nos comemos la angustia". Entonces lo que pasa eso básicamente. Puede tener esta relación con la comida desde mayor cantidad de empezar a comer, comer como para luchar, o básicamente disminuir el apetito hasta no comer.

Cambiar la conducta

Para trabajar todos estos síntomas hay que "trabajar conductas de compromiso hacia lo que es importante, o las conductas de evitación, ya que se ve un gran aumento en la cantidad de conductas de huida. El paciente empieza huir con el objetivo como de evitar el malestar. ¿Y qué pasa ahí? básicamente se transforma como en un círculo vicioso. Me siento triste, me encierro en mi casa, pero cuando estoy encerrado en mi casa me siento aún más triste. Entonces se me da por comer por ejemplo, pero cuando como me siento culpable y cuando aparece la culpa entonces me acuesto. O tomo medicación".

"Es como el "hamster en la ruedita", se hace como un círculo vicioso donde el paciente no se da cuenta, pero todo lo que está haciendo o la mayoría de cosas que hace, las hacen función de la lucha o al servicio de la evitación, y eso hace que el malestar todavía aumente" aseveró.

Factores

"Lo que hay también son distintos factores. Si pensamos la depresión como un diagnóstico, vemos que el contexto es a veces funcional. Siempre hay un contexto, que un poco lo sostiene. Entonces se trabaja con la familia y ver en qué cosas es funcional y en qué conductas la familia refuerza muchas veces de manera inconsciente a este paciente.

Lo que tratamos de hacer básicamente, es sacar al paciente del contexto, o de la de la lucha y conductas de huidas. Y se trabaja para eso empezando a trabajar hacia el lado de los valores, a que pueda orientar su vida hacia lo que es valioso para él" afirmó.

"Trabajamos un proceso de aceptación, ya que los estados de tristeza, de angustia como emociones son parte de la vida, todos hemos tenidos esos momentos. Y cada uno hace con el dolor lo que puede. Es un mensaje que siempre me gusta dar. Todos hacemos lo que podemos con el dolor, a veces nos sale mejor, a veces peor,  a veces nos funciona para unas cosas y no para otras. A veces hacemos cosas que nos funciona y después no nos funciona más y debemos reaprender otra manera. Nuestra relación con el dolor es bastante dinámica, todos hacemos lo que podemos y eso tiene que ver con nuestra historia de aprendizaje" sentenció. 

Para avanzar en el tratamiento de esta depresión, "hablamos de pequeños pasos. No es lo mismo que yo quiera salir a correr 10 kilómetros por día a aunque sea salir a correr todos los días media cuadra. O voy de mi casa casa hasta la esquina. Muchas veces, sobre todo pasa con los familiares de los pacientes con depresión mayor, que quieren que de repente se active, salga "y te tenés que poner lindo y peinarte y vestirte y salir y ver gente" y el paciente deprimido no tiene ganas. Nadie con depresión tiene ganas de vestirse, de comprarse ropa, de tener vínculos sociales. Y no lo hacen a propósito. Es muy importante que el contexto pueda darle el valor y validar esta emoción y que el paciente está haciendo lo que puede con el dolor, no lo hace a propósito" afirmó taxativamente.

Y agregó: "Las emociones son estados que nosotros no podemos manejar. Yo no puedo controlar cómo me siento. No depende de mí que yo me sienta triste, que me sienta angustiada, e incluso que me sienta contenta. Porque si no sería tan simple como bueno desde mañana no estoy más deprimida me levanto salgo a la vida y soy feliz. Ese estado emocional no depende de nosotros. Lo que sí depende de nosotros es cómo respondemos a esos estados. Y ahí es donde la psicoterapia, el mindfullnes, el tratamiento de activación conductual, o lo que sea, puede ayudar al paciente a salir. Y el paciente claramente tiene que tener voluntad.

La familia

Para la terapeuta esto se debe lograr desde el contexto amoroso familiar: "lo importante es poder validar esa emoción desde el amor, sostenerla con amor, sostenerla con paciencia, con compasión y entender que el paciente no está depresivo porque quiere, sino porque no puede estar de otra manera. Y que la depresión pareciera ser que cuanta más atención le ponemos más crece, y eso es real. Entonces cuando uno puede empezar a mirar hacia otro lugar el paciente mejora. Pero para eso sí se necesita todo un proceso, entonces poder sostener este proceso también es muy importante.

Algo muy importante que también puede hacer el contexto, los familiares sobre, si nosotros pensamos el tratamiento como una forma de que el paciente pueda ponerse metas pequeñas, a corto plazo, es decir una forma de planificación con el paciente".

"El paciente reconoce que cosas son importantes y cómo llevarlas a cabo" aseveró y agregó: "si no hay un contexto que refuerce, ese poquito o mucho que uno puede tener generalmente termina retrocediendo".

Amor y compromiso

Sobre el tratamiento de este padecimiento aseguró que es importante poder ver la depresión y validarla "de manera más compasiva, más amorosa. Ningún paciente está así porque quiere, y solemos tener, sobre todo el contexto más inmediato, esta cosa de "bueno no tiene ganas, no se interesa por nada, no está motivado" y en realidad la modificación de la conducta se va a dar en tanto y en cuanto el paciente pueda y tenga ganas y se comprometa con el tratamiento.

Yo siempre trabajó como más en el "transdiagnóstico", trabajo con la persona que viene al consultorio y con la historia de aprendizaje y la historia de vida de esa persona y lo que trae para compartir. No con el diagnóstico, no todos los pacientes con depresión son iguales. O sea, si bien los manuales de diagnóstico nos dan ciertos parámetros y hay cuestiones básicas para detectar que es depresión y no una angustia, siempre trabajo con la persona. Eso también siempre me gusta resaltarlo. Sino nos quedamos con el diagnóstico solamente" afirmó.

Caminar sin miedo

"Por ahí pensar en un diagnóstico de depresión nos asusta un poco, pero lo podemos pensar así también como algo con una mirada más flexible" afirmó y aseveró: "deprimidos en algún momento nos sentimos todos, todos hemos estado tristes en algún momento, todos tenemos días malos, todos tenemos angustias fuertes. Todos hemos tenido situaciones donde nuestro umbral de tristeza o de angustia han superado lo habitual para cada uno de nosotros y creo que hemos tenido situaciones en las que no sabemos bien qué hacer, porque aquello que hacemos no nos está funcionando. Y aún así que podemos darnos cuenta de eso y modificarlo, buscar ayuda terapéutica, de un conocido, de la profe dónde lo encontremos.

No todos nos relacionamos con la tristeza y la depresión de la misma forma. Todos tenemos cosas importantes para nosotros que en algún momento dejamos de hacer, por falta de interés por falta de refuerzo, porque no tenemos tiempo.

Todos tenemos alguien querido con el que no vemos o no nos hablamos hace mucho tiempo, o alguna actividad que nos gusta y hemos dejado de hacer, o quiero aprender a pintar,  pero no tengo tiempo.

Pensemos un segundo qué cosas son importantes para cada uno de nosotros y qué qué cosas chiquititas podemos hacer hoy para acercarnos a eso y mañana otra cosa y pasado otra y a pedir a alguien que nos ayude. Desde un pequeño hasta un gran cambio, y esto puede servir para no quedarnos encasillados en la depresión como algo negativo sino como un potencial para poder trabajar en una vida orientada a valores. Desde la terapia de aceptación y compromiso tratamos que el paciente siempre tenga una vida orientada hacia los valores, sea la problemática que sea la que esté viviendo" sentenció.

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