Coronavirus: la urgencia de aplicar la tercera dosis de forma masiva

La pandemia de Covid no ha finalizado; es más, ante el recrudecimiento en varios países de Europa se iniciaron  distintas acciones conjuntas para evitar consecuencias de mayor gravedad. Confinamientos temporarios, prohibiciones para realizar actividades a quienes no se han vacunado y la exigencia de barbijo en lugares cerrados, son algunas de las medidas adoptadas.

La más trascendente y aconsejada por la OMS, la autoridad sanitaria de EEUU y validada por los laboratorios Pfizer y Moderna es la necesidad de aplicar una tercera dosis, booth de refuerzo, a todas las personas.

La efectividad de las vacunas en general, disminuye luego de transcurridos 6 meses de ser inoculada la segunda dosis. La aplicación de la tercera vacuna de refuerzo es indispensable para prevenir efectos graves en caso de contagio. Nada impide, aún vacunados, que cualquier persona pueda contagiarse.

Pero bien vacunados y con la dosis de refuerzo, el tránsito de la enfermedad no va a acarrear problemas serios. Habiendo ya en Mendoza numerosas personas que, por edad o ser actores de actividades esenciales, ya han pasado  6 meses desde que recibieron la segunda dosis, el Gobierno debe asegurarles la provisión de la vacuna de refuerzo. El tema aún está en estudio, pero no hay decisión oficial al respecto.

En paralelo todos los ciudadanos deben continuar con las medidas preventivas básicas. El uso de barbijo, el distanciamiento y la higiene de manos deben seguir formando parte de la vida diaria. Todo colabora para evitar un recrudecimiento de contagios, más es indispensable que todos, con prioridad de los adultos mayores, los que sufren enfermedades preexistentes y quienes llevan más de 6 meses vacunados, reciban la dosis de refuerzo por parte del gobierno provincial.

Dato adicional: Pfizer está anticipando la aplicación de una cuarta dosis de refuerzo a los 6 meses de recibir el booster o tercera dosis. Como siempre, se empieza por el grupo por los inmunocoprometidos, personas con cáncer, trasplantados y que tienen otros factores de riesgo. Pero luego será el turno de la población general. Así lo indican los informes oficiales de los desarrolladores de vacunas.