Se cumplen 5 años de la tragedia del Chapeconese
El 28 de noviembre de 2016 por la noche, el vuelo 2933 de la empresa privada LaMia partió del Aeropuerto Internacional Viru Viru de Bolivia, hasta el Aeropuerto Internacional José María Córdova, Colombia, para llevar al club Chapecoense a jugar la final de la Copa Sudamericana frente a Atlético Nacional. Allí viajaban 68 pasajeros, entre plantel, dirigentes y periodistas; y 9 tripulantes.
En el transcurso del viaje, el vuelo se estrelló en Cerro Gordo, una colina ubicada en La Unión, a cinco minutos del aeropuerto de Medellín, donde debía aterrizar. De las 77 personas que viajaban, 71 murieron y solo 6 lograron sobrevivir: los jugadores Alan Ruschel, Jakson Follmann y Neto; el periodista Rafael Henzel y los miembros de la tripulación Ximena Suárez y Erwin Tumiri.
¿Qué pasó?
El reglamento de aeronáutica civil de Brasil, siguiendo el el convenio de Chicago, establece que un vuelo chárter debe realizarse en una aerolínea que pertenezca al país de salida o del destino final y en este caso Chapecoense se iba a transportar en el vuelo OB 739 de Boliviana de Aviación para cumplir la ruta São Paulo y Medellín.
Por ello, el club tuvo que hacer escala en el Aeropuerto Internacional Viru Viru (Santa Cruz, Bolivia), para cambiar de aerolínea. Fue el mismo Chapecoense quien eligió a LaMia para llegar hasta Colombia.
La distancia del vuelo era de 2 mil 983 kilómetros que se cubriría en un tiempo estimado de 4 horas y 22 minutos. La aeronave fue cargada con combustible para tener una autonomía de ese mismo tiempo, lo que fue cuestionado pero finalmente se le autorizó que el vuelo despegara con esa carga.
Al aproximarse a su destino, justo cuando el avión estaba descendiendo, sonó la alarma para avisar a los pilotos que tenían 20 minutos para aterrizar antes de que se terminara el combustible.
En ese momento, la controladora aérea del aeropuerto autorizó continuar el descenso con dirección la pista 01. Sin embargo, un A320 de 'Viva Colombia' pidió prioridad de aterrizaje debido a que presentaba una fuga de combustible. Después, los pilotos de LaMia reportaron que tenían una emergencia de combustible, entonces en la terminal aérea dio la preferencia al vuelo del equipo brasileño para que aterrizara. Desafortunadamente el motor 3 se apagó, luego pasó lo mismo con el motor 4, algo que no fue informado por los pilotos a la controladora.
A los pocos minutos sonó la alarma "Master Warning" y ocurrió una reducción de potencia en el motor 1, después se apagó el motor 2 y finalmente el motor 1 dejó de funcionar. El piloto reportó una "falla total, sin combustible". Hacia las 21:58:42 se escuchó la última comunicación del piloto quien ya no respondió a los siguientes llamados del aeropuerto.
Qué arrojó la investigación
El informe final de Aeronáutica Civil de Colombia que investigó el hecho, que se dio a conocer el 27 de abril de 2018, destaca que la empresa LaMia "no cumplió con los requisitos de cantidad mínima de combustible exigidos en las normas internacionales, pues no tuvo en cuenta el combustible requerido para volar a un aeropuerto alterno, el de contingencia, el de reserva, ni el combustible mínimo de aterrizaje", por lo cual el avión nunca lograría llegar al aeropuerto.
A 5 años de la peor tragedia del fútbol sudamericano, sigue habiendo detenciones, de hecho el último 24 de septiembre fue detenida Celia Castedo Monasterio, una empleada aeronáutica de Bolivia que se encontraba prófuga.
Según informó, la Policía de Corumbá, ciudad fronteriza con Bolivia situada en el estado de Mato Grosso do Sul, informó que la mujer era intensamente buscada y se la investiga por ser la responsable del análisis y aprobación del plan de vuelo del avión donde se movilizó el Chapecoense.
“La mujer boliviana era especialista en seguridad de vuelo y, en su momento, habría dejado, fraudulentamente, de observar los requisitos mínimos de procedimiento para la aprobación del plan de vuelo de la aeronave, ya que en el programa presentado, la autonomía de vuelo no era adecuada para el viaje”, señaló el informe de las autoridades.
Antecedentes de LaMia
De acuerdo a las autoridades bolivianas, la aerolínea había realizado otros cinco viajes internacionales para la CONMEBOL, previos al del accidente, volando al límite de la capacidad de combustible.
Uno de eso viajes fue el de la Selección Argentina, que voló en la misma aeronave siniestrada solo 18 días antes. En esa ocasión, el plan de vuelo entre Buenos Aires y Belo Horizonte solo incluía 15 minutos más del combustible necesario para completar el viaje, incumpliendo las reglas de las autoridades aéreas argentinas, según las cuales el combustible de un avión debe alcanzar para volar al menos 45 minutos más que el tiempo previsto de ruta. El vuelo salió con una hora de retraso aunque nunca se explicaron las causas, de acuerdo a lo que informó un vocero de la AFA: "El piloto del avión tiene más marketing que cursos realizados. Antes de abordar dio un discurso diciendo que era la empresa transportadora oficial de la Conmebol".
El 1 de noviembre, cuando el Atlético Nacional volvía de jugar ante Cerro Porteño en Asunción, Ricardo Albacete, uno de los dueños del avión, "se negó a hacer el depósito para pagar esa compra de combustible, por lo cual los mismos jugadores del equipo colombiano a bordo efectuaron una colecta para recaudar los 3.000 dólares que era el precio de ese combustible adicional".
"Albacete presionaba permanentemente a los pilotos bolivianos para volar con el tanque a límite de su capacidad y sin posibilidades de reabastecimiento de combustible, ya que el empresario venezolano, como único dueño oficial del avión, era el responsable de cubrir ese costo y se negaba a pagarlo", informaron tripulantes del avión.