Murió por coronavirus Leopoldo Jacinto Luque, campeón mundial en 1978

lunes, 15 de febrero de 2021 · 17:06

Mendoza. Leopoldo Jacinto Luque, uno de los héroes del Mundial que Argentina conquistó en 1978, murió a los 71 años. La salud del ex futbolista que se consagró de la mano de César Luis Menotti había empeorado en los últimos días en el marco de su lucha contra el coronavirus. Producto de dicha afección, se encontraba internado en terapia intensiva en la Clínica de Cuyo, de la ciudad de Mendoza.


Para muchos, la foto de su vida es aquella del festejo del gol ante Perú en el recordado y polémico 6-0 de la Selección a Perú en aquel certamen, cuando abrió los brazos como el ex presidente Juan Domingo Perón en lo que significaba el pase a la final que ganaría días más tarde ante Holanda en el Monumental.


Para otros, aquel vendaje en el brazo, el ojo negro después de un codazo del brasileño Oscar en la semifinal de Rosario, la camiseta ensangrentada de la final luego de un golpe del “mellizo” Van de Kerkhof y el regreso a la concentración después de perderse los partidos ante Italia y Polonia para acompañar a su familia por la muerte de su hermano en un accidente de ruta en pleno Mundial.


Luque nació en Santa Fe el 3 de mayo de 1949. Su madre era ama de casa y su padre compartía su trabajo de zapatero con su pasión por el ciclismo de pista y de ruta. “Llegó a estar federado y compitió hasta los 45 años haciendo la Rosario-Santa Fe y era capaz de armar cualquier bicicleta en su taller, que era el garaje y el punto de encuentro con otros ciclistas”, recordó, y también se refirió más de una vez a los nombres, Leopoldo Jacinto. “A mis cinco hermanos –cuatro mujeres y un varón, menor que él- los llamaron con nombres comunes, pero mi padre me puso los mismos nombres que él, no sé qué pasó conmigo. Me suelo llamar Leopoldo, Jacinto no lo uso aunque sé que es el nombre de una flor”.

 

 


A los 23 años, en 1972, se produjo su debut en la primera categoría en la novena fecha del torneo nacional ante Lanús como visitante el 26 de noviembre. Terminó jugando cuatro partidos con tres goles y eso decidió a Unión a reincorporarlo en 1973 para la Primera B. 


Hasta ser profesional tiempo había tenido otros ingresos. Cosechaba frutas y verduras en la quinta de un amigo de su padre y le pagaban por cajón, que no podía levantar por su estado físico, por lo que los arrastraba. También había sido mosaiquista, empleado en una fábrica de zapatos, y hasta utilero en Canal 13 de Santa Fe (“armaba la escenografía, ponía los carteles y allí ya estaba en la Primera de Unión”).


Todo cambió cuando se logró el ascenso a Primera A a fines de 1974 y llegó Juan Carlos Lorenzo para el nuevo torneo de 1975. “Le expliqué mi situación y conseguí que me pagaran más y así dejé la utilería”, recordó.


La llegada de Lorenzo a Unión fue fundamental, con el armado de un gran equipo a partir de la contratación de figuras de la talla de Hugo Gatti, Victorio Nicolás Cocco, Rubén Suñé, y Heber Mastrángelo, entre otros (“hicimos un campañón y terminamos cuartos, y yo le hice goles a River, que fue campeón después de 18 años sin títulos, en los dos partidos, y se fijaron en mí para llevarme”).


Esa actuación de Luque en la gran campaña de Unión en el Metropolitano de 1975 motivó el interés del director técnico de River, Ángel Labruna, para contratarlo para el Nacional en reemplazo de Carlos Morete, transferido al Sevilla. Su debut no pudo ser mejor. Ante Boca y en la Bombonera, su equipo se impuso 2-1 por la primera fecha un 21 de septiembre, y marcó el gol del triunfo. Antes del Clásico, Labruna le había sugerido aclimatarse primero jugando en la Reserva. “Yo vine a jugar en la Primera y por otro lado, si me agarra un pibe y no me la deja tocar, es bravo porque uno en Reserva no se esmera tanto”, le argumentó al experimentado DT. “Eso quería escuchar de usted. Mañana es titular”, le respondió.


En River tuvo una época dorada en la que marcó 75 goles en 176 partidos entre 1975 y 1980 y pudo ganar varios torneos, el nacional de 1975, los Metropolitanos de 1977, 1979 y 1980, y sus actuaciones lo lanzaron a la selección argentina de César Luis Menotti, que se preparaba para el Mundial 1978, aunque un choque de intereses dejó afuera del conjunto nacional a Ubaldo Fillol, Juan José López y Norberto Alonso. Sin embargo, Luque y Daniel Passarella siguieron siendo convocados. Un día imborrable para él fue el 22 de febrero de 1976 cuando le marcó los cinco goles a San Lorenzo en la victoria por 5-1 en el clásico.


Con la selección argentina jugó 45 partidos con 22 goles convertidos. Ya en 1975 fue uno de los goleadores del Sudamericano (hoy Copa América) con 4 tantos junto con el colombiano José Ernesto Díaz, y también en 1978 fue segundo goleador del equipo albiceleste , con cuatro, detrás de Maio Kempes (seis). Y sólo lo superaron, además, el peruano Teófilo Cubillas y el holandés Rob Rensenbrink (cinco) y lo igualó el austríaco Hans Krankl (cuatro).


El final de su carrera y la vida después de la gloria


Para 1981, ya campeón del mundo y tras su paso por River, regresó a Unión con 32 años, y en el segundo semestre se fue al Deportivo Tampico de México, donde marcó 10 goles. También tuvo breves pasos por Racing (1982). Santos de Brasil (1983) y Boca Unidos de Corrientes, en el que jugó la final del Regional 1984, y vistió la camiseta de Chacarita en su regreso a Primera A, aunque no convirtió goles en 11 partidos. 


En 1985, Argentino de Firmat había anunciado su contratación para el Nacional pero por problemas de papeles no pudo jugar. Y terminó su carrera en 1986 en Deportivo Maipú de Mendoza. En toda su carrera, 337 partidos y 131 goles (0.39 de promedio).


Tras dejar de jugar, Luque continuó en el fútbol como director técnico, primero en Unión (donde hizo debutar a Julio César Toresani) y luego, en Central Córdoba de Santiago del Estero y Belgrano hasta que se radicó en Mendoza y allí dirigió a Deportivo Maipú, Gimnasia, Independiente Rivadavia y tres veces a Argentino (en una de ellas, tuvo un infarto y estuvo al borde de la muerte con tres arterias obstruidas al 97 por ciento). Luego siguió trabajando en escuelitas en Mendoza y fue captador de talentos para River. (Fuente: Infobae)

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