Romina Pereiro tiene COVID-19 y está aislada junto a Jorge Rial

martes, 9 de febrero de 2021 · 15:12

Buenos Aires. Romina Pereiro tiene coronavirus, por lo que deberá guardar reposo en su casa. Por ser contacto estrecho, sus hijas, Violeta (10 años) y Emma (seis), y su marido, Jorge Rial, deberán permanecer aislados para evitar la propagación del virus.


Aunque hasta ahora había sido asintomática, la nutricionista se dio cuenta el sábado -y “por casualidad”- que podría tener COVID-19. “Mi hija me dio a oler un perfume y yo no sentí nada. Ahí ella me dijo: ‘Mamá, tenés coronavirus’”, le contó Romina a Teleshow. En ese mismo momento llamó al médico, y decidió hisoparse al igual que su marido. El resultado arrojó que Pereiro se había contagiado, mientras Jorge era negativo.


En cambio, sus hijas no se hisoparon, ya que no se recomienda el test en niños. “A ellas las van controlando si tienen síntomas”, explicó Romina, que está sola en una habitación mientras el conductor y las nenas ocupan el resto de la casa, para evitar que ella los contagie. Aunque se presume que ellos tres no tienen el virus, deben permanecer aislados por haber tenido “contacto estrecho”. Además, el conductor deberá hisoparse nuevamente el viernes.


Recién en las últimas horas la nutricionista, que deberá seguir aislada por un total de diez días aproximadamente, tuvo algunos síntomas: “Estoy bien en líneas generales, solo cansancio y dolor muscular. Es como una gripe bien fuerte, sin fiebre. Pero es un día a día”.


El ex conductor de Intrusos, quien volverá a la pantalla de América con su ciclo TvNostra, también dialogó con Teleshow. “Romina está bien. Perdió el gusto y el olfato el sábado al mediodía. Se aisló de inmediato. A la tarde nos hicieron el hisopado y ella dio positivo y yo negativo. Sigue aislada. Solo cansancio y algo de dolor de cabeza. Después, todos bien”, advirtió.


Uno de los factores más difíciles de esta enfermedad es que hay que transitarla en soledad. Aunque físicamente está bien, a Pereiro le cuesta tener a sus hijas tan cerca y no poder verlas. Aún así, “hay que ponerle onda”, dice. Y destaca que se las ingenian para estar juntas de algún modo: “Ellas vienen y me saludan desde la puerta. Primero se asustaron, pero yo les hablé mucho. Me ven bien, y Jorge las contiene”. (Fuente: Infobae)

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