Una alternativa ante la crisis
Carlos Paz y las mujeres emprendedoras: Crear para vivir
Se reinventaron en plena pandemia, lanzando sus propios productos. Nota: Magalí Farías.Tres mujeres fueron sacudidas por la pandemia y apelaron a su espíritu emprendedor para reinventarse en las ferias de economía social de Villa Carlos Paz. Hoy lograron generar una nueve fuente de ingreso, fabrican sus propios productos y siguen en pleno crecimiento. Historias de mujeres que crean para vivir.
Stela Viera fundó la marca Trapitos Sueltos y expresó a EL DIARIO: «Tuve una oportunidad grande cuando comencé a participar de la feria de economía social. Esto me ayudó a colaborar con la economía de mi hogar, se me abrió una puerta muy grande en plena pandemia y empecé a fabricar ropa para mascotas y tejidos».
«Mi situación es la viven muchísimas mujeres de la economía social. Nosotras sabemos lo que falta en la casa, porque somos las que nos ocupamos de nuestros hijos y es una satisfacción que las mujeres luchadoras podamos hacer nuestro aporte»; añadió.
Celeste Olivera es otra de las feriantes, dueña de Slime y manifestó: «Hace seis meses, cuando la cuarentena era mucho más restrictiva, yo me encontraba en una situación económica desbordante. Soy mamá sola, con tres niñas a cargo y un día, paseando por la costanera, vi a los feriantes, les compré y consulté como podía ingresar. Yo hago Slime, que es una masa elástica que fabrico con productos aptos para niños. Es una masa que genera una relajación sensorial y que a los más chicos les gusta mucho».
«Estar en la feria de economía social, me permite hoy en día, no solo darle de comer a mis tres niñas, sino también la oportunidad de progresar después de años de estancamiento. Ahora me siento valorada y escuchada como mujer en estado de vulnerabilidad. En la feria encontramos un lugar donde nos sentimos incluidas y valoradas. Una gran cantidad de mujeres como yo, pudimos volver a reinsertarnos laboralmente, en un clima de gran apoyo y compañerismo»; destacó la emprendedora.
Por su parte, Mariela Garay lanzó el emprendimiento de panificación Glow. «Empezamos el años pasado, en plena pandemia. Con un amigo nos quedamos sin trabajo, yo trabajaba en teatros y tenía un kiosco en un hotel donde se trabajaba con los estudiantiles. Empezamos con box materos y cosas dulces. Estuvimos toda la temporada trabajando y ahora seguimos los fines de semana, gracias a Dios. Es un trabajo que nos brinda seguridad económica diariamente y para mí es muy importante, porque tengo un niño de 5 años y con la pandemia, el único ingreso que nos quedó, fue el de mi marido».