Ticketazo en el Valle de Punilla
Polémica: Denuncian que los estafaron en una parrilla de las sierras
Se trata de una familia cordobesa que asegura que el establecimiento tenía dos cartas con precios diferentes.Una fuerte polémica se desató en las últimas horas luego que se viralizara el abultado ticket de una parrilla ubicada en la comuna de Casa Grande, una pequeña localidad ubicada en el Valle de Punilla. La denunciante es una mujer que dijo que los precios de la factura no coincidían con la carta que le exhibieron e hizo una publicación en las redes sociales.
El hecho se registró el domingo pasado, cuando la visitante llegó a la localidad desde la ciudad de Córdoba junto a su familia y decidió almorzar a un establecimiento ubicado a la vera de la Ruta 38.
El detalle arroja una porción de papas fritas a $530; dos promociones de parrillada (seis cortes) a $1.160; dos empanadas a $260 ; un agua y una coca a $940; una cerveza Heineken a $820; dos napolitanas con fritas a $2020; un plato de tallarines con crema a $950; un flan mixto a $460 y dos palitos bombón helado a $620.
«Obvio que vimos la carta antes de sentarnos. Los precios nos parecían accesibles, porque entendimos que por la pandemia y la falta de trabajo las cosas iban a estar un poco caras, pero lo podíamos pagar. Al momento de abonar la cuenta comenzaron los problemas: los precios de la factura no coincidían con la carta»; denunció Florencia, en diálogo con La Estafeta Online.
«También nos decían que las milanesas no venían con papas, pero en la carta figuraba con fritas. Más allá de que el monto final era una locura, lo cierto es que había precios que no estaban especificados en la carta. Nosotros habíamos hecho un cálculo previo para pagar unos 1.200 por adulto y nos querían cobrar casi 2.000»; agregó la mujer.
Sin embargo, la sorpresa fue mayor cuando al hacer el reclamo, el encargado del local les dijo que se habían equivocado y les entregó una carta con valores diferentes a los que aducen haber visto.
«En plena discusión agarramos una carta que estaba en la mesa de unos chicos que recién se sentaban, para compararla con la que nos dio el encargado, y nos damos cuenta que tenía los precios que habíamos visto cuando pedimos la comida. Llegamos a la conclusión de que tenían dos cartas: una para cuando pedís y otra para cuando pagás»; aseguró.
La familia pagó el almuerzo en base a los precios que vieron en la primera carta(un total de $5.427 en lugar de los $7760 que pretendían cobrarles) y creen que quisieron estafarlos por ser turistas.