El rincón de la familia Quattrini

El recuerdo de la quiniela más famosa de Carlos Paz

Se trata de la agencia que estaba ubicada sobre la peatonal y donde hace algunas décadas atrás, se vendió un premio de cinco millones de dólares.
viernes, 23 de julio de 2021 · 11:51

Carlos Quattrini era el quinielero más famoso de Carlos Paz. Se mudó a la ciudad cuando tenía 25 años y por más de 30 años, fue dueño de la histórica agencia ubicada en la Galería Coral. Hace algunos meses, cuando comenzó la demolición del paseo comercial y se anunció la construcción de un moderno shopping, se vio obligado a dejar su local y emprender una nueva vida en otro país.

Ahora se encuentra radicado con su familia en República Dominicana y recordó los años dorados en el centro carlospacense, las charlas con amigos y el café en la desaparecida Confitería 2001.

«Yo llegué a la ciudad en el año 1986 y en ese lugar, había un kiosco. No llegaba con la plata para comprarlo y un amigo sacó un préstamo, el 7 de abril lo compramos y lo terminé de pagar en la primera temporada. Fue una temporada excelente. Tuve la suerte que en el año 1998 vendí un premio de 5 millones de pesos (en ese entonces estaba vigente la convertibilidad) y eso me ayudó mucho a incrementar la clientela. En todos estos años, se fueron vendiendo muchos premios, pero ese fue el más importante. Me acuerdo que vinieron de todos lados a hacerme notas, fue algo muy emocionante»; contó Carlos, en diálogo con EL DIARIO.

«Se transformó en un negocio de la gente de la ciudad y del turista. Tengo recuerdos de gente de otras provincias que venía de vacaciones, jugaban y si ganaban, yo tenía que girarle la plata a otras provincias. He girado mucha plata, me dejaban directamente el ticket a mí. Se extraña mucho la quiniela, fueron muchos años»; agregó. 

«Cuando nos dieron la noticia, para mí no fue sorpresa. Recién ahora caigo que me quedé sin la quiniela después de tantos años. Yo siempre voy a estar agradecido a los dueños de la galería, se han portado muy bien conmigo y siempre hemos mantenido una gran relación. Pero el ambiente del centro no va a serie lo mismo sin la confitería, sin la quiniela y sin todos esos clientes de años con quien íbamos a tomar un café. Ese ambiente no vuelve más»; reflexionó.

Consultado sobre su nueva vida en República Dominicana, Carlos manifestó: «Siempre trabajé bien, tuve la posibilidad de conocer gente y me vine. Si puedo conseguir algún trabajo por acá, voy a tratar de ir y venir. Mi casa es Argentina, pero allá no tengo muchas más oportunidades que volver a poner un kiosco o una quiniela. Todo el mundo me conoce y saber que no sirve para otra cosa, así que voy a tratar de hacer algo por acá y luego volverme. Estamos todos vacunados, incluso mi hijo Ezequiel que tiene una discapacidad, así que eso nos da cierta tranquilidad».

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