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Crecimiento del cultivo de la papa en Argentina
Se registró un importante incremento en la producción de Buenos Aires, Córdoba, San Luis y Tucumán.La producción de papa está experimentando un crecimiento sostenido a nivel mundial y en el país. De acuerdo a las estadísticas de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación, en 2019 se registró un incremento del 1,4% en la producción global de esta hortaliza, alcanzando 370.437 millones de toneladas.
El principal productor es China, seguido de India y Rusia con 50 y 22 millones de toneladas, respectivamente. Mientras que nuestro país ocupa el puesto número 30 en el ranking de los países productores de papa.
En Argentina, de acuerdo a un informe sobre la producción de papa publicado en 2021 por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca, se produce aproximadamente 2.8 millones de toneladas y la papa es la hortaliza más consumida, mostrando una tendencia positiva a lo largo del tiempo.
Cultivos argentinos
En nuestro país, gracias a su variedad climática y ambiental, la papa se cultiva en diferentes regiones y épocas del año.
Históricamente, las principales provincias productoras de papa son Buenos Aires (55% de la producción), Córdoba y San Luis (28,8%), Tucumán (7,7%) y Mendoza (5,3%).
Si bien, a nivel nacional, no se ha observado un crecimiento significativo en las áreas destinadas al cultivo de papa, sí se ha detectado un aumento en su producción, gracias a un mejor rendimiento de las técnicas de cultivo y la calidad de las semillas.
Papa mendocina
En la región de cuyo, Mendoza tiene un lugar importante en el cultivo de papa, con empresas de renombre, como San Tonino de Ángelo Calcaterra.
En Mendoza, la papa es la segunda especie más cultivada, después del ajo. Representa el 30% de la superficie cultivada en verano y el 18% de la superficie hortícola anual.
La producción mendocina se focaliza en la papa semi-temprana y semi-tardía y el 65% de la producción papera se destina para el consumo fresco. El mercado interno es prácticamente autoabastecido entre el verano y el otoño, recurriendo a productos de provincias vecinas para complementar la oferta durante el invierno y la primavera.
El 20% de la producción se destina a la extracción de semillas y 15-25% a usos industriales. Este último destino está particularmente en crecimiento en la región, de la mano de empresas productoras como es de Ángelo Calcaterra.
Ubicada en la localidad de San Carlos, esta compañía lleva a cabo el primer proyecto de producción de papa industrial bajo riego por pivot. Entre las variedades que se producen están Asterix, Atlantic, Cherie, Firtal Inta, Innovator, Kennebec, Markies, Pampeana Inta, Russet Burbank, Russet Ranger, Shepody, Spunta y Umatilla Russet.
Según Ángelo Calcaterra, existe un contexto prometedor para el productor papero argentino, ya que se ha convertido en proveedor de PepsiCo Brasil. Además, sostiene el empresario, los productos nacionales se destacan por su calidad y cada vez son más las industrias que se interesan por adquirirlos como insumos para la producción de sus alimentos.
En este sentido, existen actualmente investigaciones focalizadas en lograr una mayor capacidad de resistencia de los cultivos paperos frente al frío y las heladas. Esto es muy importante para el desarrollo de la producción en zonas como Mendoza que atraviesa inviernos con nevadas.
Las investigaciones indican que las papas silvestres son capaces de resistir las heladas y se está avanzado hacia identificar cuáles son los genes que le proporcionan esta ventaja para lograr una variedad que los contenga, ya que las papas silvestres no son comestibles.
Mientras que las papas nativas toleran hasta menos cinco grados, con lo cual las pruebas apuntan a trabajar sobre estas especies para que logren una mayor tolerancia al frío conservando sus nutrientes, textura y sabor.
En conclusión, los cultivos de papa están en crecimiento a nivel mundial y Argentina ocupa un lugar no menor como productor de esta hortaliza que forma parte de la dieta de muchas culturas a nivel global. De hecho, el consumo de papa está aumentando, empujando la demanda y generando expectativas positivas para quienes apuesten a su producción.
Tanto el consumo en fresco como el destinado a la producción industrial ofrecen posibilidades de desarrollo. Si bien las provincias de Buenos Aires y Córdoba siguen liderando como productoras de papa a nivel nacional, existe un crecimiento consistente de otros sectores productivos como Mendoza, que ha demostrado su capacidad de producción respondiendo a estándares de calidad exportables.