Se realizarán este fin de semana

Cómo serán los festejos en honor a la Madre Tránsito

miércoles, 11 de agosto de 2021 · 14:36

La ciudad de Carlos Paz ultima detalles para conmemorar los 200 años del nacimiento de la beata María del Tránsito Cabanillas, nacida en la vieja estancia Santa Leocadia y a punto de convertirse en la primera santa argentina.

El domingo 15 de agosto a las 11 hs. está prevista una celebración en la Iglesia Nuestra Señora del Carmen que incluye misa y bendición de la imagen de la beata. A las 14,30 hs. se hará la procesión, desfile gaucho, misa y concierto de la Sinfónica Municipal y artistas invitados en el barrio Villa del Río.

Asimismo, el lunes 16 de agosto, a las 14 hs. se hará el emplazamiento de la boya en el lago San Roque donde se ubicaba la capilla en la que fue bautizada.

El director de Cultura de Villa Carlos Paz, Daniel Grana, sostuvo: «Se viene organizando lo que será la conmemoración de los 200 años del nacimiento de la Madre Tránsito. Comenzará el día domingo a las 11 de la mañana en la Parroquia Nuestra señora del Carmen, luego nos trasladaremos al barrio Villa del Río y culminará el día lunes, cuando se identifique el lugar en el Lago San Roque donde se encontraba la parroquia donde fue bautizada. Es algo muy importante para quienes habitamos en Carlos Paz, para la Provincia de Córdoba y la región, es la primer beata argentina, nacida en nuestra ciudad. Se podrán en valor además el circuito de la Madre Tránsito, quien está a un paso de ser consagrada santa».

La madre general María del Carmen Viceconte, titular de la Congregación de Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, expresó a EL DIARIO: «El domingo 15 de agosto se cumplen los 200 años del nacimiento de la Madre Tránsito, por eso queríamos celebrar el don de la vida de ella para todos, para la Iglesia personalmente y para Carlos Paz particularmente, ya que ella nació aquí y su familia vivió durante muchos años aquí cerca. Tenemos la certeza que ella fue santa, en la Iglesia se hace un proceso donde se estudia primero la vida (ella vivió como cristiana y eso esta aprobado); se nos pide que se demuestre la realización de hecho milagroso (que fue comprobado hace algunos años y permitió su beatificación el 14 de febrero del 2002) y se nos pide que se presente otra gracia para su estudio para llegar al paso de la canonización. El milagro no ha sido aprobado, por lo que tenemos que esperar la resolución de Roma».

«El primer milagro ocurrió en Salta, con un sacerdote franciscano que sufrió una aneurisma cerebral y la invocó. Mantuvo una estampa de la beata en su mano todo el tiempo y cuando lo fueron a operar, estaba sanado. Sobre el caso que se presentó no se puede adelantar mucho por cuestiones de la Iglesia, pero está vinculado a un niño. En este tiempo de la medicina y la ciencia, no es tan fácil garantizar o probar que un hecho sea netamente milagroso y que haya sido inspirado en el pedido de oración»; añadió.

Por su parte, la madre Mariana Ruíz manifestó: «La madre fue una mujer que desde pequeña presentó una especial sensibilidad para las personas que sufrían, siendo niña ya en actitudes de servicio de cercanías a todo aquel que necesitaba. Se caracterizó por ser catequista de los hijos de los peones de la estancia, los reunía, les hablaba de Jesús y siempre tenía esta sed tan grande de llevar a Dios a los demás. Cuando fue creciendo, se hizo una mujer de un compromiso enorme en la oración a los enfermos, el acompañamiento a los desamparados y las mujeres embarazadas. Fue la época de la epidemia de cólera que diezmó a la sociedad cordobesa, donde los sanos huían para resguardar su salud, tan paradójico con lo que estamos viviendo hoy. La madre iba de rancho en rancho, llevando consuelo, alimento, medicación, la santidad de la madre está fuera de duda».

Finalmente, el párroco Mario Bernabey señaló: «Nos da mucha alegría tener esta gracia, esta bendición de tener esta beata y esta mujer que pudo responder al llamado de su tiempo con grandeza de corazón. En ese momento de la historia, dio respuesta a las necesidades y eso nos sigue hablando a nosotros, que en pleno Siglo XXI, somos interpelados a dar respuestas humanas».

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