Día del Panadero

El pan de cada día: La historia de Vicente y el puesto más famoso

Desde hace quince años, tiene su puesto en la esquina del hospital de Carlos Paz. (Por Magalí Farías)
miércoles, 4 de agosto de 2021 · 19:55

Vicente Pérez nació hace 60 años en Villa Carlos Paz y es panadero de alma. No tiene un negocio con grandes carteles o mesas, tiene un humilde puesto que desde hace 15 años arma y desarme todos los días en la esquina del Hospital Sayago. Ese puesto ha sido su sustento, el de su esposa y sus cuatro hijos, que heredaron su oficio.

Sus panes son buscados todos los días por vecinos y comerciantes de la zona, por los médicos y enfermeras del hospital y hasta por los pacientes, que muchas veces han tomado a Vicente como confidente, psicólogo y amigo.

«Yo soy un afortunado de estar en esta esquina, vendiendo pan. Fui camionero durante catorce años, pero en esa época era muy sacrificado y entonces comencé a vender pan en la esquina de la calle Alejandro Magno, en el barrio La Quinta. Luego me vine acá, al hospital. Hace 15 años que estoy. La gente ya me conoce, tengo clientes de años y siempre me han tratado muy bien, desde los vecinos hasta el personal médico»; contó Vicente.

«Mi esposa Carmen es mi gran pilar, ella se levanta todos los días a las cuatro de la mañana para preparar el pan. Lo cocinamos en horno de barro y leña, así que imaginen el trabajo que es. Preparamos para vender a la mañana y a la tarde. Si no fuera por ella, sería muy difícil para mí. Entre los dos, les enseñamos a nuestros cuatro hijos esta profesión. Ellos hacen albañilería, pero cuando necesitan, también salen a vender pan. Siempre educamos a nuestros hijos con la dignidad del trabajo»; agregó. 

«Nosotros llegamos al hospital todos los días a las ocho de la mañana y nos quedamos hasta la una. Después volvemos a las cuatro de la tarde y nos vamos a las siete. Uno de nuestros hijos vive en Playas de Oro y ahí tenemos otro horno, lo que nos ayuda mucho porque nosotros vivimos en Empalme. Gracias a Dios, pudimos levantar nuestra casita. A veces los pacientes del hospital salen y nos charlan, nos cuentan sus problemas y uno termina siendo psicólogo. No siempre es lindo, porque muchas veces son historias duras, hay gente enferma que un día deja de venir y uno sabe que ya no está más», reconoció el panadero.

Consultado sobre lo que significa el pan y su trabajo, Vicente reflexionó: «La verdad que estar en esa esquina es una bendición para nosotros. Con la pandemia mucha gente perdió su trabajo y salió vender pan, el pan es sustento y alimento. A mí no me molesta eso, me enorgullece de mi trabajo y entiendo que es gente que busca salir adelante con dignidad. Creo que el sol sale para todos y ojalá ese gente pueda llegar a su casa y mostrar lo que ganó vendiendo pan y trabajando en familia».

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