Un combustible alternativo a la gasolina y al gas natural
¿Qué es el gas licuado de petróleo y para qué sirve?
El gas natural y el gas licuado de petróleo son cada vez más utilizados y se posicionan por encima de la gasolina.
En la actualidad, es cada vez más común el uso de combustibles como el gas natural (GNC) y el gas licuado de petróleo (GLP) en los automóviles. Los conductores tienen la posibilidad de elegir cualquiera de estos dos para que se adapten a las necesidades y gustos de cada uno; siempre será importante tener presente los costos y la sustentabilidad de cada opción.
El gas natural y el gas licuado de petróleo tienen varias similitudes como así también diferencias. Si bien la red de distribución de gas licuado de petróleo es más amplia, lo cual resulta beneficioso para éste, el uso de ambos combustibles alternativos tiene sus pros y contras.
Más allá de que el gas natural es el que se usa comúnmente, el gas licuado de petróleo (GLP) demuestra ser una alternativa que ofrece buenos resultados y es muy segura. Este es el combustible que utilizan muchas marcas en Europa cuando realizan conversiones de fábrica.
Sin embargo, para comprender con mayor precisión qué es, para qué sirve y cómo se hace el gas licuado de petróleo, es necesario extender un poco la explicación.
El GLP es un combustible alternativo a la gasolina y al gas natural. Es una mezcla de dos gases, el metano y el propano. Para obtener gas licuado de petróleo, estos gases se comprimen hasta volverse líquidos. Luego se disuelven en petróleo y se procesan por medio de la refinación. El resultado final se logra al bajar las temperaturas de 40 grados bajo cero y, después, se almacena a una presión elevada.
¿Cuáles son las diferencias entre el gas licuado y el gas natural?
Si bien estos combustibles poseen ciertas similitudes, existen algunas características básicas que los diferencian.
La primera manera de diferenciarlos es que el gas natural está compuesto por metano, mientras que el gas licuado de petróleo contiene butano y propano.
De esta manera, el gas natural se extrae del subsuelo y no requiere de ningún procesamiento químico. Por su lado, el gas licuado necesita de un proceso petroquímico ya que es derivado del petróleo.
El gas licuado de petróleo es un gas más denso que el aire. Además, tiende a acumularse en las zonas bajas, lo cual hace que esté prohibido estacionar vehículos con este combustible en algunos sitios. En cambio, el gas natural es menos denso y suele acumularse en el techo. No obstante, tiene la capacidad de dispersarse más fácilmente cuando existe un sistema de ventilación.
El gas licuado de petróleo es muy fácil de licuar y almacenar con presiones relativamente bajas y, por ende, ocupa muy poco espacio, mientras que el gas natural necesita de una presión mayor.
¿Cuáles son las ventajas del gas licuado de petróleo?
El gas natural comprimido cuenta con ciertas ventajas que le generan grandes beneficios a los usuarios.
Una de las principales ventajas es su bajo costo, ya que el litro cuesta casi la mitad que el de la gasolina. Además, no posee azufre ni sustancias como los metales dañinos.
Como ya se mencionó, la disponibilidad de los surtidores de gas licuado de petróleo es mayar que la del gas natural.
En líneas generales, el gas licuado tiene un mayor rendimiento que el gas natural. En el GLP, la pérdida de potencia en el coche es escasa, mientras que con el gas natural es aproximadamente del 20%. Sin embargo, esto último siempre dependerá de la mecánica y del sistema de alimentación de gas.
Si hay que buscar y nombrar algunas desventajas del gas licuado del petróleo, es cierto que es menos ecológico que el gas natural ya que este último se obtiene de un modo más sostenible.
Debido a su densidad, el gas licuado del petróleo tendría la posibilidad de concentrarse en lugares específicos en caso de que suceda alguna fuga accidental, por eso es importante siempre mantenerse informado para garantizar la mejor experiencia.