Dique San Roque: A 130 años de la obra más importante de Córdoba

Hoy se cumplen 130 años de la construcción del primer paredón del dique San Roque, inaugurado un 8 de septiembre de 1891. Fue la obra de ingeniería hidráulica más importante en la historia de Córdoba y un hito fundacional en la vida turística de Villa Carlos Paz.

El primer dique (1880-1890), fue construido principalmente con materiales disponibles en la región: piedra, arena y cal hidráulica. Era del tipo azud con contrafuertes.

Los responsables del proyecto fueron Carlos Cassaffousth y Eugenio Dumesnil, quien venía desarrollando su obra con los materiales provistos por Juan Bialet Massé, otro de los nombres claves para lograr la concreción de la obra.

Fue pensado para control de inundaciones, suministro de agua a la ciudad de Córdoba, aporte hídrico para el riego de 33.000 hectáreas y generación de energía hidroeléctrica.

El viejo paredón aún se mantiene en pie debajo de las aguas del San Roque, demostrando la calidad de las cales cordobesas. Cuando el nivel del embalse es bajo, se lo puede ver a escasos metros del embudo.

El profesor e historiador Aldo Parfeniuk sostuvo: «El paredón se construyó con una visionaria decisión de empezar a cambiar la fisionomía de la provincia y darle a la ciudad de Córdoba el abastecimiento de agua que requería y al mismo tiempo, un cinturón verde que le permitiera autoabastecerse de verduras, frutales y otros alimentos. Apareció un personaje muy importante para la historia de Argentina: Juan Bialet Massé, un catalán que se vino exiliado y se erradicó en el pueblo que hoy conocemos con su nombre. Se erradicó allí porque había conocido la estancia Santa Leocadia, hoy cubierta por las aguas y donde había una represa construida con cales de la zona. Sería el descubrimiento de las denominadas cales hidráulicas y el comienzo de la historia del dique San Roque».

«Fue una obra de avanzada en el mundo, tanto por sus características como lo que significó para el progreso de Córdoba. A partir de su construcción, se hicieron canales de riego en todo el cinturón verde de las afueras de Córdoba. Lo más interesante es el contexto histórico de la construcción del dique y el descubrimiento de las cales hidráulicas, porque hasta el momento se importaba cemento de otros países y eso resultaba muy costoso. Precisamente, esta situación le generó un problema a los empresarios importadores que vieron afectados sus intereses, porque Bialet Massé estaba generando un nuevo modelo de desarrollo autóctono con generación de numerosos puestos de trabajo. Fue así que, una vez construido, hicieron correr la voz de que estaba roto y fisurado y generaron pánico en la población. No sólo fue una obra inigualable, sino que fue una obra soberana y autónoma que representaba un desarrollo con independencia para nuestro país»; añadió.

En el mismo sentido, el historiador Eldor Bertorello puntualizó: «En el año 1883 se resuelve construir el dique y empieza con la expropiación de terrenos (entre ellos los que pertenecían a Rudecindo Paz). Fue una obra con un gran impacto, porque si no fuera por el dique San Roque, posiblemente Carlos Paz no sería lo que hoy conocemos. Somos una ciudad con un lago como hay pocos, lo que permitió armar la hermosa ciudad que tenemos hoy. La construcción demostró seis años y se vio afectada, entre otras cosas, por la epidemia de cólera. A Bialet Massé le hicieron la guerra por esta obra, porque decidió hacerla con las cales producidas en los hornos de La Primera Argentina, una empresa que él mismo habría fundado. Se uso la arena de la juntura de los ríos Cosquín y San Roque y piedras de canteras de la zona. En la obra, trabajaron 2300 obreros y 16 ingenieros, que eran extranjeros en su mayoría».