"Perfume de Carnaval"

martes, 22 de febrero de 2022 · 11:47

Entrega 1
'La ciudad se prepara'
Informe y fotos:  Luis Tórtolo
Desde Gualeguay, Entre Ríos. 

El Carnaval es toda la Vida, según Vicentico... y la mesopotamia lo sabe. 
Es la Vida misma la que me alcanza, en Entre Ríos, para ser más preciso en la bella localidad de Gualeguay, y se decide a mostrarme algunos secretos de esta festividad de origen pagano, que las religiones, rápidas de reflejos, adoptaron y calzaron entre sus santorales... y la política y el Turismo la calzaron entre sus feriados y negocios. 

Así las cosas.
Por suerte para todos, así las cosas. 

El Carnaval ya se palpita en la mesopotamia argenta, como en otros lugares del mundo y de nuestro mapa, pero antes, dejen que les muestre otras cosas, en este mismo escenario citadino en el que me encuentro. 

Voy tomándole el pulso a la singular y bucólica localidad entrerriana de Gualeguay. Ya en los primeros metros de mi caminata, no puedo evitar que vengan hacia mi... postales urbanas singulares. 

Y su historia, que se lee en su trama urbana. 

A mediados del siglo XVIII, las tierras entrerrianas comenzaron a ser ocupadas por familias procedentes de Santa Fe, principalmente españoles, criollos y algunos portugueses.

La mayoría de los inmigrantes se situaron a orillas del arroyo Clé, integrando el primer agrupamiento social, que puede considerarse un remoto antecedente de Gualeguay. Pero las inundaciones frecuentes llevaron a varios pobladores a buscar ubicación en lugares más altos, situándose al norte de la actual ciudad. 

Hoy tiene unos 45.000 habitantes, fue fundada el 19 de marzo de 1783 por Tomás de Rocamora quien la bautizó «Villa de San Antonio de Gualeguay Grande», en honor a quien sería su santo patrono, Antonio de Padua. 

'Pueblo del Río de los Chanchos' sería su significado en guarany... y 'Gualeyos' son sus simpáticos, conversadores y hospitalarios habitantes... en ese orden. 

Aquí, a Don San Antonio lo tienen por todos lados. Lo veo acartelado en la avenida principal, duro como estatua en el templo mayor. Conseguir novio (o novia), parecería ser más sencillo aquí, quizás, en Gualeguay. Y podría ser autorreferencial, con el caso de mi amada Milena... pero no entraré en detalles. 

Parque, costanera, plazas amplias, estatuas, monumentos... ciclovias... la estación ferroviaria... el corsódromo reciente (que sacó la fiesta del centro hacia la periferia)... y una arquitectura más que digna de mirar, ver y fotear... que no es lo mismo. 

Ya estamos con el Carnaval a flor de piel, se lo huele en el aire gualeyo. Las barriadas y las comparsas lo saben, lo laburan y lo disfrutan... y se lo muestran al Turista. 
Pero eso lo dejo para otro día. 
Eso si... vayan preparando el pomo. 

Esta crónica continuará...

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