Día Mundial de Concientización sobre el Autismo

sábado, 2 de abril de 2022 · 13:23

Las personas con espectro autista son presentan características neurodiversas. Los científicos desconocen exactamente qué provoca estas diferencias. Sin embargo, algunas tienen una diferencias genéticas.

Según el Centro para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), a menudo no hay indicios en el aspecto de las personas con autismo que los diferencien de otras personas, pero es posible que se comuniquen, interactúen, se comporten y aprendan de maneras distintas a otras personas. Las capacidades de aprendizaje, pensamiento y resolución de problemas de las personas con autismo pueden variar; hay desde personas con muy altos niveles de capacidad y personas que tienen muchas dificultades. Algunas necesitan mucha ayuda en la vida diaria, mientras que otras necesitan no.

Los indicios de autismo comienzan antes de los 3 años de edad y duran toda la vida de la persona; no obstante, algunos síntomas pueden generar menos dificultades en la persona con el tiempo, un diagnóstico temprano y buena contención médica. Algunos niños con muestran indicios del espectro en los primeros meses de vida. En otros casos, es posible que los síntomas no se manifiesten hasta los 24 meses o incluso después. Algunos niños con autismo parecen desarrollarse normalmente hasta los 18 a 24 meses de edad y después dejan de adquirir destrezas nuevas o pierden las que tenían antes. Los estudios realizados han mostrado que entre un tercio y la mitad de los padres de niños con autismo observaron un indicio antes del primer año de vida de sus hijos y entre el 80 % y 90 % de los padres detectaron indicio antes de los 24 meses.

Posibles indicios

  • Las personas con un autismo pueden presentar las siguientes características:
  • No responder a su nombre para cuando tienen 12 meses de edad.
  • No señalar los objetos para demostrar su interés (no señalar un avión que pasa volando) para cuando tienen 14 meses de edad.
  • No jugar juegos de simulación (jugar “a darle de comer” a un muñeco) para cuando llegan a los 18 meses de edad.
  • Evitar el contacto visual y querer estar solos.
  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.
  • Presentar retrasos en las destrezas del habla y el lenguaje.
  • Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia).
  • Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace.
  • Irritarse con los cambios pequeños.
  • Tener intereses obsesivos.
  • Aletear las manos, mecerse o girar en círculos.
  • Tener reacciones poco habituales al sonido, el olor, el gusto, el aspecto, el tacto o el sonido de las cosas.

Destrezas sociales

Las dificultades sociales son uno de los síntomas más comunes de todos los tipos de austismos:

  • No responder al nombre para cuando tienen 12 meses de edad.
  • Evitar el contacto visual.
  • Preferir jugar solos.
  • No compartir intereses con los demás.
  • Interactuar únicamente para llegar a una meta deseada.
  • Tener expresiones faciales apáticas o inadecuadas.
  • No comprender los límites del espacio personal.
  • Evitar o resistirse al contacto físico.
  • No sentir el consuelo que le dan otras personas cuando están angustiados.
  • Tener dificultades para comprender los sentimientos de otras personas y para hablar de sus propios sentimientos.

Los bebés con un desarrollo típico se interesan por el mundo y las personas que los rodean. Para cuando cumplen el primer año de vida, los niños pequeños con desarrollo típico interactúan con los demás haciendo contacto visual, repitiendo palabras y acciones, y usando gestos simples como aplaudir y decir “adiós” con la mano. Los niños con un desarrollo típico también muestran interés por los juegos sociales como las escondidas y las palmaditas con las manos. Pero los niños pequeños con autismo pueden tener mucha dificultad para aprender a interactuar con otras personas.

Es posible que algunas personas con autismo no se interesen en absoluto en los demás. Otras, tal vez, quieran tener amigos pero no comprendan cómo entablar las relaciones de amistad. A muchos niños con un autismo les cuesta mucho aprender a turnarse y compartir, bastante más que a los otros niños. Esto puede hacer que los otros niños no quieran jugar con ellos.

Las personas que tienen autismo pueden tener problemas para demostrar sus sentimientos o hablar de ellos. También es posible que tengan problemas para comprender los sentimientos de los demás. Muchas personas con autismo son muy sensibles al tacto y, posiblemente, no quieran que se las abrace. Los comportamientos autoestimulantes (p. ej., aletear con los brazos) son habituales en las personas con autismo. La ansiedad y la depresión también afectan a algunas personas que tienen autismo. Todos estos síntomas pueden hacer que los otros problemas sociales sean aún más difíciles de manejar.

Comunicación

Cada persona con autismo tiene distintas destrezas de comunicación. Algunas personas pueden hablar bien. Otras no pueden hablar en absoluto o hablan muy poco. Cerca del 40 % de los niños con un autismo no hablan nada. Entre el 25 % y el 30 % de los niños con autismo dicen algunas palabras entre los 12 y 18 meses de edad y después dejan de hacerlo.1 Otros pueden hablar pero no hasta entrada la niñez.

Algunos ejemplos de problemas de comunicación relacionados con los TEA incluyen los siguientes:

  • Presentar un retraso en las destrezas del habla y el lenguaje.
  • Repetir palabras o frases una y otra vez (ecolalia).
  • Invertir los pronombres (p. ej., decir “tú” en lugar de “yo”).
  • Dar respuestas no relacionadas con las preguntas que se les hace.
  • No señalar ni responder cuando se les señala algo.
  • Usar pocos o ningún gesto (p. ej., no decir adiós con la mano).
  • Hablar con un tono monótono, robótico o cantado.
  • No jugar juegos de simulación (p. ej., no jugar “a darle de comer” al muñeco).
  • No comprender los chistes, el sarcasmo ni las bromas.

Los niños se desarrollan a su propio ritmo, de modo que puede ser difícil predecir exactamente cuándo aprenderán una destreza en particular. Pero existen indicadores del desarrollo específicos para cada edad que se utilizan para medir el progreso social y emocional de un niño durante los primeros años de vida y conocerlos puede ayudar a sus padres a detectar indicios tempranos de autismo en sus pequeños para poder ayudarlos.

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