Había reclamado un terreno a la Municipalidad
Polémica en Carlos Paz: El vendedor desalojado tendría una casa en Tanti
Vecinos contaron que Vicente Pérez es propietario de una vivienda en esa localidad.Tras el desalojo de una familia que conmovió a la sociedad de Villa Carlos Paz, vecinos se contactaron con EL DIARIO y denunciaron que el vendedor ambulante Vicente Pérez sería propietario de una casa en Tanti y la estaría alquilando. Ayer, el hombre había convocado a los medios para que denunciar que lo obligaban a dejar su hogar en Playas de Oro, aseguró que no tenía a dónde ir y hasta solicitó a la Municipalidad que se le entregara un terreno y materiales para construir una vivienda.
La revelación causó indignación entre los ciudadanos carlospacenses, quienes incluso se estaban organizado para tratar de brindar algún tipo de asistencia a Vicente, que residía a orillas del río San Antonio junto a su esposa, sus hijos y su suegro.
Vecinos del barrio El Parador de Tanti reconocieron que la familia tiene una propiedad en la calle Chile y desmintieron que se haya quedado sin un sitio donde dormir.
Asimismo, desde la Municipalidad, dieron a conocer que hace poco más de un año, Vicente recibió fondos para comprar chapas y materiales luego de haber sufrido un incendio y había manifestado que en la casa de Playas de Oro, habitaba su hijo con su pareja y sus nietos.
Desde el área de Desarrollo Social informaron en las últimas horas, que el hombre no quedó en situación de calle y comunicaron: «Nosotros fuimos a verlos, una de nuestras asistentes estuvo en el lugar y se va estar trabajando con ellos. Vamos a evaluar la situación económica que ellos han manifestado y trataremos de ayudarlos siempre y cuando estén dentro de la legalidad».
Ayer, el vendedor de pan casero que suele trabajar en la esquina del Hospital Sayago, había solicitado que se le donara un lote y materiales para levantar un nuevo hogar y manifestó: «Vinieron con una orden de desalojo y no pudo haber ningún diálogo con quien dice ser la dueña del terreno donde vivo hace quince años. Yo no he visto ningún papel, no sé si tiene escritura o no. No sé si es la dueña o es viveza para quedarse con la casa. A mí no me mostraron nada más que la orden de desalojo y lo único que sé, es que esta noche no tenemos dónde dormir».
«Nosotros vivíamos día a día, tenemos que trabajar para comer. ¿Ahora cómo vamos a hacer? En esta propiedad, vivíamos mi suegro, mi señora, mis dos hijos y yo. Con nosotros vive mi suegro, una persona con discapacidad que está postrado en la cama y que no podemos llevar a ningún geriátrico. Nosotros vivíamos de hacer pan y vender en la esquina del hospital y toda mi familia vive de esto, hoy nos cortaron las manos y no podemos hacer más»; había sostenido.