Una historia que emociona

Carlos Paz: Un indigente recibió un cambio de look y una luz de esperanza

Rafael vive debajo del Puente Uruguay y ahora luce irreconocible.
sábado, 6 de agosto de 2022 · 14:19

Afortunadamente, la solidaridad es contagiosa. Una cadena de voluntades ayudó para que Rafael viviese un día distinto y lograra el impulso necesario para abandonar su vida en las calles de Carlos Paz. El hombre, de 54 años años de edad, es conocido en la ciudad y desde hace varios años se encuentra instalado debajo del Puente Uruguay.

Allí, cuenta con un colchón y algunas pertenencias que le permiten hacer frente al frío del invierno.

Julián Skary es un vecino carlospacense que hace algún tiempo logró salvar la vida de una perrita que iba a ser sacrificada y que ahora decidió ayudar a Rafael. Junto al estilista Nicolás Urenda, le hicieron un cambio de look con la intención de que sea el comienzo de un cambio más profundo y traiga una cuota de esperanza.

«Dicen que las buenas intenciones sirven, pero las acciones aún más. Él es Rafael, muchos ya conocen su situación, es un indigente en situación de calle. ¡Sí, es él!. Hoy estuvo en mi casa, recibió un buen baño con agua caliente y una merienda, como dignamente se merece todo ser humano. También estuvo la enorme solidaridad del mejor peluquero de Villa Carlos Paz. Nicolás Urenda no sólo le cambió el look, sino que le dio una esperanza de que las cosas pueden cambiar y no está solo. Esto recién comienza, falta muchísimo y Rafael necesita de todos. Esta noche volverá a dormir debajo del Puente Uruguay, pero con una sonrisa en su rostro»; manifestó Julián, durante un posteo en sus redes sociales.

«Unos amigos de la agrupación de motociclistas unidos por argentina, me consultaron sobre su situación y si se podía hacer algo, nosotros no queremos politizar esta situación, tratamos de dar manos solidarias. Es un ser humano que necesita ayuda y acompañamiento de la misma sociedad que muchas veces da vuelta la cara y parece que fueran invisibles. Muchos por decisión no quieren ir a donde se le ofrece, pero pasa por una cuestión mas profunda que sólo con profesionales psicológicos o psiquiatras se pueden tratar. Me propuse ayudarlo, son ayudas paliativas no profundas, pero es una forma de visualizar también»; contó el vecino a EL DIARIO.

«Entre tantos posteos, ofrecieron cosas y galletas, pero desconocen que él es diabético y no puede comerlos. Él quisiera trabajar y tener donde vivir, pero para eso hay cuestiones que deben solucionarse, no tiene documentos y eso le impide también alquilar una pieza»; completó.

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