Se cumple un nuevo aniversario del crimen
El recuerdo de la madre de Franco Amaya, a seis años de su asesinato
Se lo recordará en la plaza que lleva su nombre con un mural, música y baile.Este miércoles 22 de febrero se cumplen seis años del asesinato de Franco Amaya, el joven carlospacense de 18 años que perdió la vida por un disparo policial cuando circulaba en moto junto a su primo. La ciudad de Villa Carlos Paz se vio conmocionada por el caso de gatillo fácil que marcó un antes y un después en la comunidad.
La Cámara 11° del Crimen de Córdoba condenó al policía Maximiliano Velardo Bustos a 12 años de prisión como culpable del delito de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y absolvió a su compañero, Ezequiel Villagra.
En la madrugada del 22 de febrero de 2017, Franco iba en moto con su primo a buscar una camisa porque tenían planificado ir al boliche Molino Rojo a un show de Ulises Bueno. Al pasar por un control, fue baleado en su espalda por Bustos. Franco estaba a punto de recibirse de peluquero y su proyecto era dedicarse a esa profesión.
Este miércoles, a las 17 horas, se hará en la Plaza Franco Amaya (Av. Perón y Los Gigantes) una intervención artística con música y baile para recordarlo. Su mamá, Laura Cortéz, hablo con EL DIARIO y recordó a su hijo. «Es una fecha que moviliza todo, para mis todos los días son difíciles, ya son seis años. Todos los días tengo ganas de tenerlo, pienso que hubiera sido de su vida, pienso que estaría haciendo si estaría. Algunas profesoras del colegio secundario me han llevado para hablar en algunas clases de lo que es el gatillo fácil, la gente siempre nos acompaña»; señaló.
«El año pasado se apeló, pero me la rechazaron y ahora volvimos apelar. Este asesino tiene muy mala conducta, nos enteramos que lo trasladaron de Bouwer al penal de Cruz del Eje por mala conducta. Los primeros meses después del hecho, mi otro hijo no quiso salir más a la calle y vendió la moto porque tenía miedo. A él le costaba mucho hablar de su hermano, a mí también, y lo hacíamos para no lastimarnos mutuamente. Eso no nos hacía bien, él empezó a manejarse de otra forma, buscaba escaparse un poco en la noche pero después decidió viajar y cambiar su vida. Se fue algunos meses de mochilero a otros países y eso lo ayudó»; sostuvo la mujer.