Inclusión: el primer barrio para mujeres trans del mundo está en Argentina

lunes, 20 de marzo de 2023 · 12:31

En agosto del 2020 fue inaugurado el primer complejo de viviendas para mujeres trans a nivel mundial en la ciudad de Neuquén por iniciativa de una monja en un terreno cedido a su monasterio por el municipio y con fondos aportados por el Gobierno provincial, una iniciativa que mereció palabras de felicitación hasta del papa Francisco.

Este "Condominio Social Tutelado para mujeres trans" cuenta con 12 monoambientes que representan una solución habitacional permanente para una docena de personas trans de entre 40 y 70 años en situación de vulnerabilidad, que las recibieron en formato de comodato y serán transferidas a otras compañeras en caso de fallecimiento. 

Las casas fueron construidas por el Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU) en el barrio Confluencia y entregadas para su administración a la Orden de Carmelitas Descalzas, a partir de la idea original de Mónica Astorga Cremona, la denominada "monja de las trans".

Cómo es el complejo

Se trata de un edificio de dos plantas con seis departamentos de 40 metros cuadrados en cada nivel, un salón de usos múltiples y un parque de 120 metros cuadrados para ser destinado a huerta, recreación y estacionamiento.

Las viviendas están equipadas con cocina y baño completo, calefacción y termotanque; además de un balcón individual o un pequeño patio interno.

Astorga aclara que "no es un refugio ni un hogar trans", sino casas que se otorgan en comodato, "como si fuera un alquiler, pero sin pagar nada y sin plazos".

"Si cumplen con el reglamento propio de cualquier alquiler, la limpieza y el mantenimiento se hacen colectivamente. Además, tienen prohibido ejercer el trabajo sexual dentro del complejo, y deben demostrar que quieren abandonar las adicciones y la prostitución según los valores cristianos. A la segunda advertencia o llamado de atención, el monoambiente se lo dan a otra persona", explicó.

Y si bien alguna de las beneficiarias se mudaron con sus parejas, en caso de muerte sus convivientes "se tienen que ir porque la idea es que siempre esté ocupado por una trans".

La Hermana Mónica, impulsora del proyecto

La historia de la Iglesia en Neuquén lleva el nombre del obispo Jaime De Nevares, un referente de la lucha por los derechos humanos. Pero en democracia, Jaime de Nevares dirigía las razzias contra la comunidad trans, según aseguran las mujeres que estuvieron en la ciudad a finales de los ochenta. “Jaime andaba en un auto adelante de los patrulleros -recordó Adriana, la vecina del complejo, en declaraciones al eldiarioar-, que cuenta muertes como si fueran cumpleaños. Frenaba y decía 'ahí hay uno'. Él manejaba los operativos. Yo lo odiaba”.

Pero de esa misma Iglesia y de Neuquén, salió la monja Mónica Astorga Cremona. Es una mujer de sonrisa sostenida, convencida, brillante. Como todas las monjas de la orden de las Carmelitas Descalzas, la oración ocupa una parte importante de su día. Igual se hace tiempo para acompañar y escuchar a las personas trans.

Su trabajo con la comunidad comenzó hace 16 años y desde entonces ha peleado por mejorar su condición de vida. Logró una casa de acompañamiento, la Casa Santa Teresita, donde se ofrece atención psicológica a las mujeres con adicciones, cursos de oficios y una ducha para las personas trans que viven en la calle. La necesidad de vivienda de las mujeres trans era imperiosa. Mónica consiguió, a punta de “si prometen, me cumplen”, la donación municipal de un terreno al monasterio y los fondos de Provincia para levantar el complejo en conjunto, aunque fueran de diferentes signos políticos. 

“La hermana Mónica es nuestro ángel enviado en la Tierra. Yo creo que no va a haber otra como ella. Ojalá la hubiera, que tomaran ese ejemplo, que hicieran otras casas de contención, que construyeran otros complejos de viviendas”, dice Paola, la dueña de un caniche, mientras observa su comedor como quien observa la inmensidad.

Y continuó: “Yo recorro el país con la Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de Argentina (ATTA) y me dicen: 'Las de Neuquén están soñadas', ¿pero en otras provincias? Vos vas a Salta y todavía las sigue corriendo la policía. Estamos en el 2022, la policía es muy machirula. La Iglesia también. Acá porque tenemos a la hermana. Pero no sabés todas las que le hicieron a la hermana. Aunque hay un grupo que sí la ayuda. Hasta el Papa Francisco le ha dado su apoyo”.

La hermana Mónica acompaña a la comunidad LGBT+. Recauda dinero para terminar de reconstruir una casa en Mar del Plata, donde vivirán 4 mujeres trans. La casa tendrá la misma idea que el complejo: que sea un espacio bien construido y, sobre todo, luminoso. Este último, un punto innegociable para todo lo que emprende, porque está convencida de que “las mujeres trans ya vivieron mucho en la oscuridad”. (Fuente: Ciudadano.News)

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