semana santa

¿Por qué la tradición católica recomienda no comer carne el Viernes Santo?

viernes, 7 de abril de 2023 · 11:31

El Viernes Santo, según la doctrina cristiana, es un día de recogimiento por la crucifixión de Cristo. Según reza la tradición, es un día donde los sacrificios cumplen un rol preponderante y los creyentes optan por dejar cosas de lado y enfocarse en la espiritualidad. Al mismo tiempo, muchos no creyentes o practicantes, formados en una cultura atravesada por las costumbres europeas de bases cristianas, también dejan algo muy implantado en la sociedad: la carne.

La carne, en la antigüedad, era un alimento de lujo por su costo elevado gracias a las posibilidades de producción, que no ofrecían algo tan dinámico como la producción ganadera actual. Esto era, en los primeros tiempos del cristianismo, una comida de reyes o que se resguardaba para las fiestas, por lo que se instauró la costumbre de sacrificar la carne como un lujo y apelar al pescado como alimento, dado que era algo barato y de fácil acceso para todos los sectores sociales.

Al mismo tiempo, la tradición no dictaba que solo el Viernes Santo se evitaba comer carne, sino todos los viernes del año, como memoria del sacrificio de Cristo, así como se celebra su resurrección todos los domingos. Esta costumbre mutó con el tiempo a que solo se limite el sacrificio al Miércoles de Ceniza, los viernes de Cuaresma y el Viernes Santo, aunque ya no es una costumbre tan popular como en años anteriores. La única que todavía persiste arraigada es la abstinencia de carne los viernes.

En este día tan importante para la cristiandad, en realidad se acostumbra hacer ayuno, por lo que comer queda eliminado de la cuenta. En caso de no ayunar, la tradición de no comer carne es en realidad la importancia espiritual de hacer un sacrificio, sin ser necesariamente la carne lo que se abandone y apelar a no darse lujos; poco sentido tendría no comer un bife y remplazarlo por un plato de ostras o un salmón ahumado.

En esto, también entra en la cuenta que no es un día para reunirse y festejar, sino de conmemorar la muerte de Cristo, sacrificio por el que, según la doctrina católica, la muerte no es un fin absoluto, sino simplemente un paso. En este sentido, la palabra Pascua no significa más que eso: "paso". Así como las pascuas judías (Pésaj) recuerdan el paso por el Mar Rojo hacia la liberación de los israelitas, la Pascua de Resurrección celebra el paso de Jesús por la muerte hacia la Vida Eterna, que hace extensible a todos los hombres, pertenezcan o no al credo cristiano.

Además, en este día, no celebran misas en ningún lugar del mundo. En cambio, la Iglesia Católica tiene un rito llamado "Celebración de la Cruz", donde no se canta y las imágenes permanecen cubiertas o retiradas del templo, a fin de demostrar la falta de conexión con lo santo. En esa celebración, tampoco se practica la Consagración (transformación del pan y el vino en cuerpo y sangre), ni se reservan formas en el sagrario. La celebración más popular del Viernes Santo, que copa las calles y plazas de distintas ciudades, es la del Via Crucis, que recuerda los momentos desde la captura hasta el entierro de Jesús, pasando por su juicio y crucifixión.

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