Son de Carlos Paz, se fueron a vivir a España y se llevaron sus cuatro perras

Los carlospacenses María Noel Sardi y Martin Vaschetto llevan doce años de pareja y uno de casados. Ambos son arquitectos y tomaron la determinación de abandonar su hogar en Villa Carlos Paz y viajar a España. Desde un primer momento, tomaron la determinación de que únicamente se mudarían en la compañía de sus queridas perras: Mora, India, Penca y Pampa.

El proceso de traslado implicó toda una logística: chip, vacunas, documentación y un dispositivo distinto a cualquier mudanza.

Ya instalados en tierras españolas, María contó a EL DIARIO: «La verdad que nos cansamos de tanta inestabilidad en el país y de no poder proyectar nada. Lamentablemente, vemos que todo va para peor y nosotros queremos vivir, no sobrevivir. Tenemos ganas de disfrutar, proyectar y vivir más tranquilos. Decidimos venirnos a España, principalmente por el idioma. Acá tenemos amigos y si bien no todo es color de rosa, hay más estabilidad y seguridad».

En el marco de los preparativos, primero viajó él. Estuvo seis meses buscando casa y trabajo, una propiedad donde aceptaran a sus mascotas. «Por suerte, logramos encontrar casa y nos aceptaron con ellas. Nunca fue una opción dejarlas, desde un primer momento dijimos que viajábamos con ellas o no viajábamos. Tanto Martín como yo, las queremos mucho y son parte de nuestra familia, y cuando las adoptamos nos comprometimos a cuidarlas y quererlas, son nuestras hijas»; explicó.

Sobre la mudanza con las cuatro perras, aseguró: «A Mora la tenemos de cachorrita, India y Penca tenían un año cuando las adoptamos y Pampa unos 7 siete meses cuando la encontró mi marido. Nos vinimos con una maleta grande, una chiquita y ellas. El proceso del traslado comenzó con la visita a nuestra veterinaria de confianza, les pusimos el chip, las vacunas, fuimos a Senasa y presentamos los papeles. La verdad que te atienden súper bien, si uno hace todo lo que dicen, no hay ningún problema en el traslado. Después tuve a toda mi familia que me ayudó a llevarlas al aeropuerto, fue un poco estresante».

«Yo iba a llegar sola a Madrid y tenía que recibir las perras para llevarlas al control animal. Por suerte, hay argentinos buenos en todos lados y una pareja que no conocía me ayudó. En el control de Madrid, me trataron muy bien y me ayudaron a salir de la parte restringida hacia la zona donde me esperaba Martín para viajar hasta nuestro destino final: Palma de Mallorca. Llegamos muy bien, ellas están súper bien y tranquilas en su nueva casa»; completó.