La masacre qom ocurrió en 1924
A 100 años de Napalpí, presentan «Crímenes en Sangre» en Chaco
Se trata de la investigación realizada por el periodista y escritor Pedro Solans.La investigación realizada por el periodista y escritor Pedro Solans sobre la Masacre de Napalpí se presenta en una edición aniversario con motivo de los cien años del trágico suceso. Se trata de un libro que aborda los sucesos ocurridos en 1924 en el entonces Territorio Nacional del Chaco, donde fueron masacrados cientos de qom y mocovíes.
El lunes 15 de julio a las 19:30 hs, se llevará a cabo la presentación del libro «Crímenes en Sangre» en la Librería de la Paz, ubicada en Av. 9 de Julio 359, en la ciudad de Resistencia, Chaco. Esta edición especial, que marca el centenario de la masacre de Napalpí, contará con la presencia del profesor Francisco Tete Romero y el doctor Diego Vigay, fiscal en el Juicio por la Verdad sobre la Masacre de Napalpí, que obtuvo sentencia en 2022 en Resistencia.
A lo largo de sus páginas, «Crímenes en Sangre» retrata el horror y desvela los intereses económicos que motivaron el asesinato de cientos de peones rurales de las etnias qom y mocoví en 1924. En el paraje Napalpí, detrás del resplandor de las armas, se ocultaba el negocio del algodón y la explotación de los pueblos originarios como mano de obra barata. Bajo la sombra, se perpetuaba la impunidad de los poderosos, el silencio cómplice de los gobernantes y el genocidio. Con un estilo que transita las fronteras de la investigación periodística, la historia de vida y la no ficción, Solans traza los contornos de un episodio que dejó una huella profunda y reveló una masacre que define el vínculo entre el poder y las raíces de un pueblo.
«Crímenes en Sangre» es el libro que alteró la vergonzosa historia oficial de lo sucedido: la sofocación de un malón, logrando el reconocimiento del genocidio perpetrado y el pedido de perdón en nombre del Estado de la provincia del Chaco, a pesar de que el episodio ocurrió en el entonces Territorio Nacional. En el paraje Napalpí, casi quinientos peones rurales de las etnias tobas y mocovíes, junto con algunos correntinos y santiagueños, fueron asesinados por la policía en una masacre sanguinaria. Detrás del fulgor de las armas se escondían el negocio del algodón y la explotación semi esclavizada de los aborígenes. Esta masacre aún hoy parece determinar el vínculo entre el poder y las raíces de un pueblo. El estigma de Napalpí sigue vivo en el país.