Pedro Solans y Cris Miró como imagen de otra poesía en La Menorquina

Ubicada en el corazón del centro de la ciudad de Córdoba, la comunidad balear tiene su propio lugar para convocarse y celebrar la vida, recuperar tradiciones y sostener su cultura. El café literario «Entre sierras y mar» se realiza en La Menorquina y abre sus puertas los segundos jueves de cada mes para lecturas donde la palabra es celebrada.

Café de por medio, los poetas y escritores se reúnen para compartir sus propios poemas y para escuchar los de otros. Compartir la tarde entre libros y buena música no es un compromiso, es un recreo a la rutina que ninguno de los concurrentes pasa por alto, porque están convencidos de que en ese encuentro de palabras, música y charlas algo de los aires mediterráneos se filtra, quizá, cuando el poema es leído en catalán.

La noche cae y ellos no lo notan. En la sala de lectura algo se transforma, algo sucede, es la poesía y la conexión con nuestra propia humanidad.

El escritor y poeta Pedro Jorge Solans fue el invitado especial, para presentar su libro «Oscuro y sin luceros», un poemario de su autoría publicado por la editorial española Avant.

Beatriz Isabel Ceballos Freites, la conductora, hizo referencia a la poesía de Solans y a la experiencia literaria diferente que encontró en el poemario. Luego de intercambiar algunas reflexiones con la conductora sobre el poder transformador y necesario de la poesía hoy, Solans dejó que su voz resonara en la sala para que los versos libres jugaran con los sentires porque desde un estilo sencillo y coloquial, los poemas hablaron desde la oscuridad en la que se ocultan las miserias humanas, como el desprecio y la violencia, y de la ausencia de luceros, como metáfora de la desesperanza. 

Pedro Solans hizo voz un poema y abrazó con sus versos a todos los que aguardaban atentos, como cobijándolos bajo la sombra de una historia, la de Cris Miró, la primera trans argentina que se convirtió en una artista famosa. El silencio fue cubierto de palabras dichas que se hicieron piel, fueron heridas, ironía y finalmente, tristeza. 

En el Café literario «Entre sierras y mar», cerraron el momento con un aplauso. Esta es otra poesía, de eso, no caben dudas.