El humor y la creatividad de La Docta

Los apodos cordobeses más creativos y divertidos: ¿cuáles otros conocés?

La cultura del sobrenombre en Córdoba no es solo una costumbre, es todo un arte popular.
miércoles, 5 de noviembre de 2025 · 12:27

Si hay algo que define el espíritu de Córdoba, además del fernet y el cuarteto, es su particular y desbordante sentido del humor, que encuentra en los apodos su máxima expresión. En esta provincia, el nombre de pila es a menudo una formalidad, porque el verdadero bautismo se da en el potrero, el bar o la mesa familiar, y generalmente es para no olvidarse.

La cultura del sobrenombre en Córdoba no es solo una costumbre; es un arte popular que utiliza la metáfora, la exageración y el ingenio rápido para crear una radiografía verbal del otro, a veces cariñosa, a menudo punzante, pero casi siempre hilarante.

Los apodos cordobeses se caracterizan por su creatividad y por ir directamente a la descripción, sin escalas. El blanco de las bromas puede ser un defecto físico, una anécdota ridícula o un rasgo de personalidad.

Aquí, una selección de algunos de los apodos más ingeniosos de La Docta.

«Gato de Iglesia»: Se le dice al que «lo mantiene el Padre» (por no trabajar o vivir a costa de otro).

«Milanesa de Pensión»: Para la persona que «le cae mal a todos».

«Baldosa Floja»: Porque «todos lo esquivan».

«Camión de melones»: El que «se descarga a mano» (con una clara doble intención).

«Vikingo»: No por ser nórdico. Es el que «no se saca los cuernos ni para dormir».

«Pájaro Lleno»: Persona flaca pero con una panza prominente, como el buche de un ave.

«Matambre»: Hay que «atarlo para meterlo al agua».

«El apodo es como un segundo nombre, pero mucho más sincero. Acá se nace dos veces: una con el nombre de la pila y otra con el nombre de la burla»; comentó un vecino de barrio San Vicente, tradicionalmente un «semillero» de sobrenombres.

Muchos de los apodos apelan al doble sentido o a metáforas complejas, muchas veces rozando el límite de lo políticamente correcto, pero siempre con una base de humor que busca más la risa que la ofensa. Desde el simple «Nero» (negro) o «Guaso» (pibe/chico) usados sin connotaciones raciales, sino como mero vocativo, hasta elaboradas comparaciones:

«Pavita 'e Croto»: El que «se calienta con cualquier basura».

«Filtro de Café»: El que «no deja pasar una».

¡Si tiene un apodo cordobés desopilante que no hayamos mencionado, compártalo con nosotros!

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